Poco a poco intenta la plantilla racinguista superar la desilusión que supuso quedar apeado de la lucha por el ascenso a Segunda tras la derrota frente al Nàstic. Jon García (Bilbao, 1991) trata de hacerlo a través de la tranquilidad de disfrutar de las vacaciones en su casa, rodeado de mar y de montaña, a la espera de que se defina su futuro: termina contrato el 30 de junio, aunque a él le gustaría seguir para desquitarse del mal sabor de boca que le dejó el no haber ascendido.
¿Notó esta temporada una especial ilusión en el entorno?
No llevo mucho tiempo en el Racing, pero es verdad que en el tramo final de la liga regular se fue sumando cada vez más gente, estábamos más arropados. La derrota en el playoff fue jodida, cruel e inmerecida y ver en la grada a tanta gente, entre ellos familiares y amigos, te emociona. Te llevas un palo grande, porque el equipo merecía llegar a la final. Pero el fútbol es esto, no estaba para nosotros y no hay más.
¿Lo sucedido esta campaña da más ganas de revancha de cara a la siguiente?
Pues sí. El trabajo se está haciendo bien y esta temporada se ha reflejado en la clasificación para el playoff y en la forma en la que competimos en él. Faltó el colofón de clasificarse para la final y conseguir el premio gordo del ascenso. Al margen de eso, la gente tiene que estar contenta porque ha sido un año bonito, ilusionante y que puede dar pie a que el siguiente sea igual o mejor.
¿La defensa ha sido la mejor línea del Racing en un año que ha sido sobresaliente?
No, ha sido todo el equipo. Sobre todo en una segunda vuelta espectacular, como se refleja en unos números que dicen que hemos sido el equipo menos goleado de las tres primeras categorías. Las estadísticas hablan por sí solas, pero eso no quiere decir que la defensa haya estado mejor, porque el trabajo es de todos. Y de todos es el mérito.
¿Cómo puede mejorar el Racing lo hecho esta campaña?
Quizás manteniendo desde el principio la regularidad que se ha tenido en la segunda vuelta liguera, porque eso te puede hacer pelear hasta el final por el ascenso directo. Si lo hubiésemos hecho esta temporada, a lo mejor habríamos estado luchando por la primera plaza con el Racing de Santander. Pero las cosas se están haciendo muy bien y, pese a no tener un campo fijo de entrenamientos, tener que ir un día a un sitio y otro día a otro, el equipo ha peleado hasta el final por lo máximo y, aunque no partíamos como favoritos, la imagen dada nos ha hecho ganarnos el respeto de todos.
¿Jon García sigue pensando en clave racinguista de cara a la próxima temporada?
Hasta el 30 de junio sigo siendo jugador del Racing de Ferrol... No pienso en más que en vacaciones: desconectar, estar con la familia, los amigos... Me lo merezco después de la temporada, especialmente por cómo terminó. Ni mi agente ni yo hemos hablado con el club, aunque quedé con Carlos [Mouriz] en que íbamos a hacerlo. ¿Si me gustaría quedarme? Sí. Yo he estado a gusto, he dado el nivel que creo que puedo dar si me dan confianza y partidos y ya veremos a qué acuerdo se llega después de hablar. Mientras tanto... a disfrutar de las vacaciones.
¿Lo hecho por el Racing esta temporada debe ayudar a enganchar a más aficionados?
Sería buena idea. La gente ha acabado muy enganchada y, al haber perdido de manera injusta, dijeron que se iban a volcar con el equipo desde ya. Es una estrategia que hay que aprovechar para dar un paso adelante, para aprovechar la ola... Si las cosas se siguen haciendo muy bien llegará el premio.
¿Se siente como un ferrolano más tras dos años y medio de estancia en la ciudad?
Ferrol es una ciudad tranquila, estoy muy a gusto en ella, la gente es encantadora... ¡y tiene mar! Son muchas cosas, a las que se suma el hecho de que el equipo se ha clasificado para el playoff de ascenso, aunque nos hayamos quedado sin el premio gordo. Este es un lugar en el que se come bien, hay muchas cosas que ver... y cuanto mejor te vayan las cosas, más a gusto estás.
El vestuario este año ha sido espectacular
El buen ambiente que ha reinado en la plantilla racinguista ha sido una de las claves.
¿Cómo ha sido este año el vestuario?
Ha sido un vestuario espectacular. ¿La clave? La humildad que teníamos todos, desde los que venían con más de cincuenta partidos en Primera hasta los que subían de vez en cuando a entrenar pasando por los que apenas jugaron. La unión fue espectacular.
¿Cómo se consigue llegar a eso?
Gente que ha tenido una temporada muy difícil, como Diego Rivas o Juan Viacava, han cumplido cada vez que han salido y siempre han sumado en el vestuario. Eso ha llevado al equipo a estar arriba, porque por mucho que tengas una buena plantilla, si el grupo no está unido y no va todo el mundo a una, el barco se hunde: cuando han venido momentos malos, nos hemos levantado; pero si eran buenos no nos engrandecimos.