En su enésima sesión de vermú de la campaña, esa que el sábado se vivirá en el campo de A Malata a las 14.00 horas. la formación del Racing de Ferrol tendrá enfrente a un Eibar al que el cambio de capitán en su banquillo sí ha servido para que la formación armera tome otro rumbo en esta recta final de la competición. 

Y es que mientras que en la nave verde la “suerte” que suele acompañar a la llegada de un nuevo técnico duró sólo un capítulo –Menéndez se impuso en su estreno ante el Levante–, en las filas del grupo vasco el premio está siendo de momento mayor, mucho mayor, colocándose a seis puntos del descenso. Así, si en la primera vuelta era el preparador Joseba Etxeberria el que se sentaba en el banquillo –resucitando a los suyos a costa de los dirigidos por Parralo en aquel entonces con un 2-0–, ahora será el donostiarra Beñat San José el que visite el campo ferrolano. 

En esa decimoquinta jornada, el triunfo armero ante un Racing que ya se había desviado mucho del rumbo, revivió a los vascos para saltar a la undécima posición desde una decimotercera que, casualmente, vuelve a ocupar antes de otro nuevo enfrentamiento con la escuadra ferrolana.

Tres de tres

San José parece haber llegado al banquillo del Eibar casi bendecido, ya que en los tres duelos que suma en el banquillo su presencia se ha traducido en dos victorias –Almería y Cartagena– y un empate –Racing de Santander–. Pasando así de convertirse en ese equipo que marcaba la frontera entre la alegría y el abismo, a cinco puntos del Eldense, y ahora, sólo con un punto más, seis, colocar a cinco formaciones entre ellos y el conjunto de Elda –Castellón, Málaga, Burgos, Albacete y Zaragoza–.

Un nuevo ejemplo al que agarrarse por parte de la formación verde, que tiene que hacer su parte ganando los máximos puntos posibles y esperar posibles traspiés de sus rivales para, a igual que le está sucediendo al grupo de San José, ver cómo se agita el avispero y consiguen salir, de momento, beneficiados.