La intensidad de la semana que tiene el Racing por delante no preocupa a su técnico, Cristóbal Parralo, que la enfoca como una oportunidad. “No, preocupación no; estamos ilusionados por ver qué somos capaces de hacer en estos tres partidos”. Solo hay un aspecto que sí podría suponer un quebradero de cabeza: las tarjetas amarillas. De los cuatro apercibidos, tres –Jon García, Quique Fornos y David Castro– son centrales.
Lo importante para el preparador racinguista es “la recuperación de los futbolistas entre partidos”, pero, más allá de eso, lo básico sigue siendo “el día a día. Ahora solo pensamos en el Linense, en nada más”, afirma.
Precisamente sobre el rival de mañana, Parralo advertía ayer de que “fuera de casa es el segundo que menos goles recibe, después de nosotros, y ha sido capaz de sacar buenos resultados contra equipos de arriba. Es un equipo que compite muy bien, valiente, que presiona alto”. En esa línea, el entrenador recuerda el resultado de la primera vuelta (2-1) e insiste en que “el equipo sabe que nos es un partido fácil. No hay ninguno que lo sea, y este tampoco”.
“Lo importante es que seamos nosotros mismos”, repitió Parralo, que subrayó que “confío en mi equipo, que llega a este tramo bien, con el apoyo de nuestra afición”. En ese sentido, reconoce que en San Sebastián de los Reyes se quedó “impresionado” por el respaldo y deseó que hoy continúe porque habrá momentos de dificultad, pero si estamos juntos podemos ganar a cualquiera”.