El sueño de jugar los playoffs de ascenso a Primera sigue vivo para O Parrulo Ferrol. La sufrida victoria lograda sobre el Barça Atlètic (4-3) deja todo por resolver para las tres últimas jornadas. En ellas se jugará la posibilidad de acabar entre los cinco primeros para después tener la posibilidad de dar el salto a la máxima categoría nacional. Y para ello confía en potenciar lo bueno que hizo esta vez y corregir lo malo.
 

En vista de lo mucho que se jugaban, los dos equipos saltaron a la cancha al máximo de revoluciones, con la intención de buscar la portería contraria con diferentes armas. Así, mientras que O Parrulo Ferrol manejó la posesión y generó sus primeros acercamientos, el filial barcelonista se defendió con orden y se mostró letal cada vez que se acercó a la meta rival: la primera en una acción a balón parado y la segunda en una contra de libro.
 

Tanta fue la intensidad con la que se aplicaron unos y otros que recién superado el ecuador de la primera parte ambos ya sumaban cinco faltas en su casillero. Pero no aumentaron sus precauciones defensivas, porque los dos conjuntos llegaron a disponer de sendos dobles penaltis (errados ambos). Así que el partido se dirigía hacia el descanso y, cuando parecía que iba a hacerlo tal y como estaba, un gol en propia puerta del Barça abrió la esperanza para la segunda parte del duelo.

Alternancia

El subidón del tanto marcado antes del intermedio lo prolongó O Parrulo Ferrol en el tramo inicial de la segunda parte, en la que consiguió, por medio de Diogo, el tanto del empate y por momentos pareció tener noqueado a su rival. Poco a poco, sin embago, el Barça Atlètic se fue reponiendo y encontrando su sitio sobre la cancha... hasta que, cuando mejor estaba, una acción individual de Rubén Orzáez convirtió una recuperación cerca de su meta en un gol en la contraria para dar ventaja a los locales.
 

Otra vez con los dos equipos condicionados por las faltas –ambos ya sumaban cinco a más de ocho minutos para el final–, los detalles marcaron el resultado final. El primero, un grave error de los locales que permitió empatar al cuadro catalán. El siguiente, la falta de puntería "parrula" en sus ocasiones. Y, finalmente, un penalti a favor de la escuadra dirigida por Gerard Casas, transformado por Nico Rosa, para devolver la ventaja a los suyos, que luego aguantaron el juego de cinco del contrario.

FICHA TÉCNICA