El baile internacional se acabó antes de lo previsto para el kickboxer local Rubén Iglesias. El integrante del Narón O Freixo, que durante esta semana se encuentra con la selección española en el Campeonato del Mundo absoluto de la disciplina en Albufeira, Portugal, cerró su concurso en las dos modalidades en las que tomó parte, lightcontact y kicklight -63 kilos. 

El medallista de bronce en los pasados Juegos Europeos de Polonia inició su participación el lunes en la primera de las modalidades ante un competidor neozelandés, en una pelea en la que, de manera muy inteligente, Iglesias se hizo con el triunfo por 3-0 en esta ronda de dieciseisavos. Al día siguiente, el del Narón O Freixo hizo frente a un doble compromiso, iniciando su camino en kicklight y continuándolo en light. En la primera de las modalidades el ferrolano superó, a pesar del protestado arbitraje, a su rival británico, “trabajando muy duro”, como señaló su técnico Rubén Villar. 

Ya en cuartos, el competidor local tuvo en frente a un adversario húngaro “muy limpio y técnico”, con el que ya había medido fuerzas en el Europeo. El trabajo presionante de Iglesias no sirvió ante un rival –número uno en el ranking de lightcontact y asimismo entre los primeros de kicklight– que se mostró mejor que el de Ferrol en esta cita.

“Hay nivel”

Una jornada agridulce para Iglesias que poco después vio cómo asimismo quedaba apeado del cuadro de kicklight ante el suizo Cipriano, un rival al que había superado en los Juegos Europeos. Sin embargo, en esta ocasión, y en una pelea muy similar a aquella, fue el de Suiza el que se llevó la victoria por una escasa diferencia. 

“Rubén tiene el nivel para estar ahí”, señalaba su técnico tras la cita, “falta un escalón en comparación con los primeros, pero con el resto está a la par”. Iglesias se encuentra ya preparado para su próximos retos. “Quiere más”, añade Villar, “está muy motivado. Ahora hay que pulir, mejorar un poco más y subir en el ranking internacional”. Una ascensión que espera llevar a cabo el próximo año en los Open de Italia y Budapest para, en próximas pruebas, con la selección, contar con un sorteo más amigable.