Si no funcionas en casa, funciona fuera, pero funciona. Eso es lo que ha hecho un Córdoba cuyo resurgir liguero ha estado cimentado, principalmente, en sus actuaciones fuera del Nuevo Arcángel. Y eso es lo que los de Ania quieren seguir haciendo también mañana, asaltando las murallas de una A Malata que no se encuentra en su mejor momento de fortificación.
La escuadra ante la que los de Alejandro Menéndez tienen que empezar a sumar de tres sí o sí llega al terreno de juego ferrolano en una impresionante racha de resultados como visitante. El conjunto andaluz no sabe lo que es perder cuando coge al autobús desde hace más de dos meses, concretamente su último tropiezo llegó ante el Sporting de Gijón (2-0), a mediados de diciembre. Después de ese partido en El Molinón los califas se enfundaron la indumentaria primero de buceador, para salir de los puestos de descenso en los que estaba –ocupaba tras este traspié el decimonoveno lugar– y posteriormente la de escalador, para alcanzar, en la actualidad el undécimo lugar.
Un empate ante el Levante (2-2) sirvió de calentamiento para lo que vendría: cuatro triunfos consecutivos fuera del Nuevo Arcángel. Real Oviedo (2-3), Castellón (1-2), Cartagena (0-1) y Tenerife (2-3) catapultaron a los jugadores de Ania hacia la estación de una cada vez más cercana salvación. Todo ello “salpimentado” con el triunfo asimismo ante los tinerfeños, ahora sí, en casa y ante el Eibar. En ambos casos en un diciembre en el que a los cordobeses les salieron alas para volver fuera del descenso, pasando de ser uno de los peores visitantes –el quinto peor, concretamente– a colocarse en el centro de la tabla –undécimo–.
Y mientras a los blanquiverdes pagaban el peaje necesario para salir de la zona baja, al Racing se acumulaban, y acumulan las deudas. Los ahora dirigidos por Menéndez siguen habitando estos lugares de la zona baja, en su caso merced a su mal rendimiento tanto de visitantes como en A Malata, si bien es especialmente llamativo su escaso rendimiento en el terreno de juego ferrolano.
Los verdes siguen ocupando esa vigésima posición en la tabla como locales que firmaban cuando sus rivales de mañana iniciaban su camino de ascenso. Por aquel entonces, el conjunto ferrolano ya contaba con esa paupérrima cifra que supone contar con sólo un triunfo en casa, aquel logrado ante el Elche a principios de octubre. Lo que unido a seis empates deja en una escaso número de nueve lo que se ha quedado sobre el césped ferrolano.
Y si bien el Racing tiene un margen de maniobra bastante menor que con el que contaban los cordobeses, el repunte ajeno da ciertas esperanzas a los de Menéndez y a la afición. Eso sí, contando con que el grupo racinguista comience a mejorar al menos en alguna de sus actuaciones, en casa o fuera, siendo lejos de A Malata en donde ha estado un poco mejor, con tres victorias. Quince duelos le restan a los ferrolanos para salir de la tumba que ellos mismos han ido cavando, colocando ahora peldaños para seguir en Segunda.