Un punto para el Racing que sabe a oro

Un punto para el Racing que sabe a oro
La expulsión de Álex López, a la derecha, condicionó el encuentro de A Malata /Daniel Alexandre

A oro le sabe al Racing el punto sumado ante el Levante. Cierto es que el equipo ferrolano cerrará los dos primeros meses de 2024 sin haber ganado ningún partido en A Malata, pero el empate (0-0) conseguido en esta ocasión tiene mucho mérito. Sobre todo por el hecho de haber jugado más de setenta minutos en inferioridad numérica ante un rival que, a pesar de estar por debajo en la tabla clasificatoria, tiene argumentos como para complicar la vida a cualquiera y sigue aspirando a jugar el playoff de ascenso a Primera División.


Tres disparos desviados en los primeros diez minutos advirtieron de las intenciones del Levante. Al Racing, en cambio, le costó entrar en el partido y, aunque poco a poco fue mejorando su nivel, en realidad no lo hizo hasta que el cuadro “granota” se adelantó en el marcador, aunque este gol fue anulado por fuera de juego de Dani Gómez al remachar el despeje del portero Cantero. Fue ahí cuando el cuadro verde entró en acción, aunque lo que no esperaba es que a los pocos minutos se iba a quedar en inferioridad numérica por la expulsión de Álex López tras una acción en el centro del campo que parecía intrascendentre pero que la interpretación del árbitro, vía VAR, convirtió en una tarjeta roja.


En vista de la nueva situación, al Racing le tocó adaptarse. Lo hizo primero desde el banquillo con la entrada de Chuca para reforzar el centro del campo, pero sobre todo lo hizo sobre el terreno de juego, donde de mostró mucho más solidario –sobre todo porque empezó a jugar con las líneas más juntas– de lo que había sido hasta entonces. De hecho, en el tramo final de la primera parte el cuadro verde mantuvo a su rival alejado de su portería y, por contra, sus incursiones en ataque le permitieron crear peligro, sobre todo en una acción en el tiempo de prolongación en la que Álvaro Giménez, tras recoger una pelota suelta, chutó desde dentro del área par que el meta Andrés Fernádez depejase la pelota a córner.

 

Roles

Asumido el rol de lo que le tocaba hacer en la segunda parte, el Racing se encontró bastante cómodo en el papel de defender los ataques de su rival y buscar crear peligro a la contra. En la primera de estas facetas, porque consiguió que el Levante se acercase a su portería –solo lo hizo a través de un par de remates flojos que el portero Cantero detuvo sin problemas–. En la segunda, porque entre las acciones a balón parado y las acciones conducidas generalemente por Iker Losada fue capaz de generar algo de intranquilidad en el rival, aunque sin llegar a disponer de ocasiones claras.


Así que los minutos fueron transcurriendo y, por más que lo intentase, el Levante no era capaz de entrar en la tela de araña tejida por su rival. Enfrente el cuadro “granota” estaba un rival que, con un compromiso enorme, fue dirigiéndose hacia el  final del partido con la satisfacción de que su esfuerzo iba a tener premio.

 

Al Levante el partido le iba sabiendo cada vez más a derrota por el hecho de no aprovechar el hecho de estar más de setenta minutos con uno más sobre el terreno de juego del estadio de A Malata.
De ahí que al Racing, pero también a su afición, el punto sumado en esta ocasión le supiese a auténtico oro. 

Un punto para el Racing que sabe a oro

Te puede interesar