Con cinco duelos previos a sus espaldas desde el inicio de este siglo, el Racing tratará de equilibrar una balanza en Segunda División que, de momento, cae del lado de un Real Valladolid que llega el domingo a A Malata en estado de gracia. 

En una segunda vuelta de muy diferente color para locales y visitantes, fue precisamente en la primera parte de la competición liguera en la que el conjunto de Parralo firmó la única victoria que los ferrolanos suman en los últimos 24 años ante el conjunto de Pucela. Un triunfo a domicilio (0-1) con un tanto de Álvaro Giménez tras la asistencia de Iker Losada, que sirvió para cerrar un 2023 para recordar en las filas de la entidad y afición racinguista. 

Fue, precisamente, esta victoria la encargada de cerrar un gran ciclo que la formación ferrolana puede, y necesita, volver a abrir, para cubrir cuanto antes un camino hacia la permanencia que se le está haciendo un poco más largo de lo esperado a tenor de lo visto en la primera vuelta. Si bien entendible por la condición de recién ascendido del grupo de Parralo.

La medida cogida

El Real Valladolid volverá a A Malata en esta trigésimo primera jornada tras casi dos décadas sin “visitar” Ferrol –concretamente desde 2005– un campo al que por aquel entonces parecía tenerle cogida la medida, ya que tanto en ese año como al siguiente, el conjunto pucelano consiguió llevarse los tres puntos del terreno de juego ferrolano, con un marcador de 2-3 y de 0-1, respectivamente. 

Mientras, en los duelos en tierras vallisoletanas de esas pasadas campañas, los duelos entre estas formaciones terminaron con sendos empates, a unos en 2005 y a tres tantos en el correspondiente a 2006.