La goleada encajada por el Racing en Oviedo fue la última muestra de lo que ha sido constante esta temporada: que el equipo ferrolano no es capaz de remontar cuando recibe el primer gol de un partido. De las 22 veces en las que empezó perdiendo, solo en tres fue capaz de, al menos, recuperar un empate. Las otras 19, en cambio, se resolvieron con derrota racinguista, así que su saldo de puntos cuando recibe el primer tanto de un encuentro asciende a solo tres.
 

Tanto en el partido de la primera jornada, contra el Málaga, como frente al Burgos y el Tenerife, el cuadro verde fue capaz de neutralizar la ventaja que los rivales habían conseguido y, de esta manera, sumar al menos un punto –la última vez que esto sucedió data del mes de octubre–. Pero las otras 19 ocasiones se saldaron con una derrota más o menos amplia, lo que refleja la escasa capacidad de recuperación que tiene el conjunto de la ciudad naval. “Estás bien, pero cualquier circunstancia hace que todo se venga abajo”, reconoció el entrenador racinguista, Alejandro Menéndez.
 

La escasa capacidad goleadora del Racing, que con tan solo 18 tantos a favor es, de largo, el equipo que menos ha marcado del campeonato, explica esta circunstancia. Es lo que hace que el equipo local pueda consumar esta semana el descenso con una derrota en A Malata frente al Eldense.

Ventaja

En el lado opuesto, las cuatro victorias que ha conseguido el Racing llegaron cuando empezó adelantándose en el marcador –en casa frente al Elche y a domicilio en los campos de Cartagena, Sporting de Gijóm y Levante–. La otra vez en la que fue el primero en anotar, en cambio, se saldó con la derrota en Huesca, en el choque de la vigésimo novena jornada liguera en el que el Racing marcó –aunque en realidad fue el cancerbero de la escuadra altoaragonesa, Dani Jiménez, el autor del gol al tratar de despejar un lanzamiento realizado por Jauregi en el primer minuto del encuentro.