Salvada la primera “pelota de descenso”, la que evitó con su victoria sobre el Eldense, el Racing vuelve a estar en el filo de perder la categoría de manera matemática. Todo lo que sea perder el partido que lo enfrenta al Almería esta tarde –20.30 horas, UD Almería Stadium– condenará al equipo ferrolano a un descenso que se veía venir desde hace tiempo, pero que quiere demorar lo máximo posible. Eso sí, esta vez parece un rival mucho más complicado que el anterior.
La victoria contra el Eldense puso fin a varios de los registros negativos que arrastraba el Racing: once jornadas sin ganar, 768 minutos sin marcar... Además le ha inyectado una confianza que le permite ver que, a poco que tenga un poco de acierto en el remate, puede conseguir buenos resultados. Y, puesto que el destino del cuadro verde está bastante decantado, esto le puede hacer completar un buen final de campeonato como mal menor a una nefasta temporada.
Y, mientras que la flecha del ánimo racinguista apunta ahora hacia arriba, la del Almería lo hace hacia abajo. Después de acceder al liderato gracias a la goleada que logró en A Malata (1-4) en la penúltima jornada de la primera vuelta y de proclamarse campeón de invierno de la categoría, el cuadro indálico ha entrado en una mala racha que le hace ser decimoquinto en la segunda vuelta y estar, debido a la octava plaza que ocupa en la actualidad, fuera de los puestos que dan acceso a los playoffs de ascenso a Primera División.
Así que, a seis jornadas para el final de la liga regular –o sea, 18 puntos en juego–, si los tres que se ponen en juego son importantes para el cuadro verde, que de no sumarlos habrá firmado su descenso, para el rojiblanco también lo son para no descolgarase de la posibilidad de acabar entre los seis primeros y tener la ocasión de clasificarse para las eliminatorias de ascenso a la elite. Esa necesidad es la que puede hacer que, a medida que pasen los minutos, las urgencias puedan empezar a notarse.
La ausencia de Aitor Buñuel –el único lateral derecho específico que tiene la plantilla verde en buenas condiciones, porque Rober Correa vuelve pero aún no está en plenitud– obligará al entrenador Alejandro Menéndez a improvisar para cubrir esa demarcación. El resto de la plantilla está en condiciones, así que será el momento de que futbolistas que parecen estar en buen momento –caso de Álvaro Sanz, Heber Pena o Álvaro Giménez– confirmen este buen estado para, de esta manera, acercar a la escuadra de la ciudad naval a su quinta victoria de la temporada.
Pero, sobre todo, lo que la plantilla racinguista quiere es reivindicarse después de una temporada nefasta. A falta de seis jornadas para que termine el campeonato regular, el Racing quiere demorar lo máximo posible lo que ya parece que va a ser seguro. Será la manera de maquillar un poco lo que se ha hecho y demostrar que con vistas al futuro el cuadro verde quiere ganar energía de cara a la nueva categoría. Y es que, tal y como hizo en la primera década de este siglo, en caso de perder la categoría, la escuadra de la ciudad naval espera recuperar cuanto antes su lugar en el fútbol profesional para demostrar que es el lugar en el que quiere estar.