El Racing Club Ferrol aprobó este martes las cuentas correspondientes al ejercicio 2022/2023, que finalizó con el ascenso a Segunda y, por lo tanto, con su regreso al fútbol profesional, así como el presupuesto para la campaña 2023/2024. 
Con Manuel Ansede ejerciendo la presidencia de la Junta General Ordinaria, acompañado por el secretario del consejo de administración, Eduardo Ferreiro, hicieron pública la situación por la que pasa la entidad verde, que cerró la pasada campaña con un déficit de 2.476.000 euros, cubierto por los préstamos participativos que alcanzan los 2.970.000 euros. 

Unas cifras que, como indican, es el Grupo Élite, máximo accionista de la entidad, el que se asume estas pérdidas, en una competición como es Primera Federación, deficitaria de por sí, con el objetivo el pasado año de dar el salto a Segunda y, asimismo, invertido en las primas de los jugadores debido a la consecución del objetivo y las diferentes rescisiones que hubo al término del ejercicio. “No debemos nada”, apuntaba Ansede durante la correspondiente Junta, “este déficit es fruto del ascenso y consecuencia de los diferentes pagos, por eso la cifra es más alta que otros años”. Señalando así que la situación del Racing “está al día, porque detrás hay gente para invertir y subsanar”, añadía Ansede.

Ocho millones y medio

Mientras, de cara a este año, la entidad de A Malata ha calculado unos ingresos 8.560.000 euros –cuadruplicando así la del anterior–, mientras que el apartado de gastos se esperan una cifra de 9.160.000 euros, guarismo que podría variar de cara a su adecuación a los requisitos solicitados por la Liga de Fútbol Profesional –y para lo que ya se está realizando la ampliación de capital, rozando los cuatro millones–. “Esta pérdidas también se seguirán asumiendo”; señalaba Ansede, respecto a estos 600.000 euros.

El máximo dirigente quiso asimismo dar las gracias a toda la afición por su apoyo en las últimas campañas.

A Malata y ciudad deportiva

Cuándo se abrirá el plazo para la captación de nuevos socios, el arreglo de A Malata o la construcción de la ciudad deportiva fueron otros de los aspectos tratados en esta Junta General. Así, en lo relativo a la apertura de plazo para nuevas altas, el máximo dirigente fue claro “no se cuando será”, ya que ese aspecto depende de las reformas a llevar a cabo en el estadio, como bajar las vallas de cara a acceder a unas primeras filas que, como señala el propio Ansede, tienen otros perjuicios, como “que la gente se moja y una limitación de visión”. 

Así, el arreglo de la cubierta –para lo que el Concello ya tiene presupuestada una parte– para evitar esta situación o la ampliación del perímetro, junto con la instalación lumínica y electrica, son otros de los puntos más urgentes a tratar en esta infraestructura ferrolana que data de principios de los años 90. Una reforma que se estima en casi once millones de euros y que “una parte ya está presupuestada por el Concello”, señala, solicitando asimismo el apoyo de las instituciones como Concello, Xunta y Deputación y “que se cumplan los plazos”. 

Mientras, en lo que a la ciudad deportiva se refiere, “lleva su tiempo”, aclara el dirigente, señalando que asimismo es un aspecto prioritario. Con una ubicación ya en estudio en las cercanías de A Malata, se están realizando catas en el suelo y trabajos de topografía para el posible inicio de su conctrucción más pronto que tarde y saber el coste de adaptación de esos terrenos. Lo que sí que parece que estará terminado antes serán los campos de entrenamiento, señalando a verano de 2025 como fecha de su posible término.