De nuevo está el Racing en la zona que de acceso al playoff de ascenso a Segunda. Lo hizo posible la victoria lograda sobre el Rayo Majadahonda por 2-1, un triunfo que eleva a seis el número de jornadas que el equipo ferrolano lleva sin perder. No fue, sin embargo, una victoria sencilla, porque en realidad llegó en los últimos minutos y que premió la insistencia de un equipo ambicioso, que quiere ir a mucho más.
Ni diez minutos tardó el Racing, que de inicio solo presentó tres cambios con respecto al once titular de Riazor, en adelantarse. Fue el resultado de una jugada de tiralíneas en la que Joselu remachó al fondo de las mallas un medido centro desde la izquierda de Heber Pena tras una gran jugada combinativa del equipo ferrolano. Fue la acción que reflejó en el marcador el fenomenal inicio del cuadro verde, pero cuando el segundo gol racinguista pareció más cercano, el equipo visitante empató de una manera inesperada.
Llegó el tanto del empate tras un fallo de Alayeto al intentar ceder la pelota al portero Gazzaniga, pase que cortado por Nando para encarar al portero racinguista, sortearlo y marcar el tanto del empate. El tanto supuso la desaparición del Racing, que hasta el descanso apenas apareció sobre el terreno de juego ante un rival que, aunque tomó el control del partido, no fue capaz de generar ocasiones para marcar.
El último cuarto de hora, de hecho, apenas ofreció nada de interés. Por parte del Racing, porque solo fue capaz de aceracarse a la portería visitante a cuentagoras; por el bando visitante, porque aunque era capaz de llegar al campo contrario con cierta facilidad, no era capaz de generar ocasiones plara marcar otro tanto.
No cambió demasiado el panorama en la segunda parte, en la que el Racing no fue capaz de imponerse a un rival que se adueñó del centro del campo para empezar a llegr con demasiada frecuencia a la portería racinguista. Sus intentos, sin embargo, no llegaron más que a través de lanzamientos lejanos –Borja González, Héctor Hernändez o Albiach fueron sus protagonistas– que, por lo general, no provocaro demasiado peligro.
Llegaron entonces los cambios, con los que el Racing trató de retomar el rol de dominador del partido. Al menos a partir de ahí volvió a ser el equipo ferrolano el que dominó la posesión de la pelota, pero sus llegadas por las bandas –Miguel Loureiro por la derecha y Heber Pena por la izquierda fueron el principal foco de peligro–, aunque ninguna de sus internadas llegó a generar peligro auténtico de traducirse en gol. Además, los minutos seguían transcurriendo.
Echó el resto el Racing en los últimos minutos en busca de reconquistar una victoria que lo situase en puestos q ue dan el paso al playoff de ascenso. Con futbolistas más ofensivos sobre el terreno de juego, el equipo ferrolano se volcó en busca de la portería local y del tanto que le diese la victoria. Y, cuando parecía casi imposible lograrlo, a la heroica llegó el tanto de David Castro, al cabecer un centro tras un saque de esquina. Quedaban poco más de cinco minutos para el final y, aunque el rival lo intentó, los tres puntos en juego se quedaron en casa.