A Malata fue una auténtica fiesta en el primer duelo del playoff por el título de Primera Autonómica que, como un premio al trabajo realizado, tuvo en el Rugby Ferrol a uno de sus protagonistas. Los de Gustavo Piñón recibieron en un nuevo más difícil todavía al campeón de la fase regular, el Campus Ourense, en un partido que, como señalaba el propio técnico “recordaba a esos encuentros del playoff por el ascenso o de División de Honor B”. 

Y es que, si bien la ambición por seguir dando pasos en una campaña que comenzó muy cuesta arriba para los ferrolano, chocó con la realidad de verse las caras con el mejor equipo de la competición, el equipo ferrolano mejoró ostensiblemente lo hecho en los dos duelos ligueros ante este mismo rival. El choque en A Malata finalizó con un marcador de 20-40 en el que, junto con el acierto visitante, los errores no forzados de los ferrolanos –más de lo habituales en un importante playoff que llegó a Ferrol como una grata sorpresa– hicieron crecer las alas ourensanas. 

Una primera derrota que no disminuye la ambición ferrolana, a la espera del segundo partido tras Semana Santa y es que, como señala Piñón “aún estamos a tiempo de darle la vuelta, si nosotros estamos muy bien y ellos no tanto”.