La publicación de las bases de competición de Segunda División de fútbol sala femenino confirman la propuesta lanzada hace varios meses por la Real Federación Española de Fútbol de reducir de cuatro a tres el número de grupos de la categoría, aunque aumentan los conjuntos de cada uno de ellos, que pasan de 14 a 16. En la práctica, la categoría tendrá 48 equipos, por los 56 de la temporada 2022/2023.
El cambio afecta al Valdetires, el único representante de la comarca en la competición tras el descenso de A Fervenza a liga autonómica.
La composición de los grupos es por el momento una incógnita y está condicionada a la inscripción, cuyo plazo finaliza el 17 de julio a las 14.00 horas. A partir de ahí, y una vez se compruebe que todos los equipos cumplen con los requisitos, la RFEF procederá a distribuir los equipos.
Los cuatro últimos clasificados de cada grupo, es decir, del decimotercero al decimosexto, perderán la categoría, mientras que los cuatro primeros disputarán un playoff de ascenso a dos eliminatorias que se dirimirán a doble partido. Los tres que las superen ascenderán a la máxima categoría del fútbol sala español.
El Valdetires sigue dando forma a la plantilla con la que saldrá la campaña que viene en la categoría de plata y ayer anunciaba la renovación de una jugadora clave en las últimas temporadas, Lucía Rivas, así como el fichaje de María Lence, procedente de A Fervenza. Con estas dos jugadoras, son ya siete las deportistas confirmadas que trabajarán a las órdenes del lucense Manu Lombardía, que regresa a Ferrol para cumplir su segunda etapa en el conjunto local.
Además de Lucía Rivas y María Lence, también continúan la portera Irian Fontáns, Laura del Rosario y Sheila. Por el momento, es baja Marta Arias y se han incorporado otras dos jugadoras, Alba Otero, que también llega desde A Fervenza, y Ana López, que la temporada pasada formó parte de la plantilla con la que su club, el FSF Castro, logró el ascenso a la máxima categoría del fútbol sala femenino.