Además de sus buenos resultados a nivel autonómico y nacional en las competiciones ligueras, el Tenis de Mesa Narón ejerció el pasado fin de semana en otra de las facetas que también domina a la perfección, organizador y anfitrión de los diferentes Campeonatos Gallegos.
En esta ocasión fue el turno para prebenjamín, benjamín, infantil y juvenil, que llenaron el pabellón Campo da Serra de Santa Icía. Con los 16 nombres más destacados del ranking autonómico en liza, la entidad naronesa volvió a contar con una destacada participación en el que, de nuevo, sobresalieron ellas. Así, la benjamín Valeria Piñón se impuso en las tres citas de su categoría, ganando tanto en individual como en doble mixto –con Saúl Pallares– y en femenino –con Nadia Bella Martín–, regresando con tres oros a casa.
No le fueron tampoco mal las cosas a su compañera, la internacional Lucía Saura, que se subió a lo más alto del cajón con Candela Montero en dobles juvenil, mientras que en su franja de edad se colgó la plata infantil con Celia Sanz y el bronce en mixto con Pancho Campo –este mismo deportista sumaría otro tercer lugar con Martín Beceiro en masculino–.
Precisamente la también internacional Montero se anotó asimismo el título individual, ganando la final a Jiaqui Gijo Chen por 3-0. Un papel destacado también tuvo su compañero Hao Li, el más joven de los participantes del campeonato, lo que no impidió que se colgase sendos bronces en la cita prebenjamín individual y en dobles con Mario Fernández.
No sólo hubo tenis de mesa en Campo da Serra. Deportistas, entrenadores, delegados e incluso espectadores se unieron a la plantación de árboles realizada por el TM Narón dentro del proyecto Green Sports Minds, financiado por el Erasmus + de la Unión Europea en el que participa la entidad naronesa.
Una iniciativa que une deporte y medioambiente, con el objetivo de concienciar sobre una sociedad más sostenible y en la que cada uno puede aportar su grano de arena. Así, además de esta iniciativa “verde”, en la competición se fomentó el intercambio, venta y donación de material deportivo de segunda mano, poniendo el foco así en la economía circular. Asimismo, deportistas contaban con fuentes en las que rellenar sus propias botellas, frenando así el uso de estos recipientes de plástico.