El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha alertado este martes del "alto" riesgo de las inversiones en criptoactivos y ha pedido más coordinación internacional y doméstica entre los agentes del sistema financiero, entre ellos los reguladores, para mitigar los efectos negativos.
De Cos ha expuesto los riesgos para los inversores y las dificultades con las que se enfrentan los reguladores ante el auge de las criptomonedas durante un evento organizado por Esade Alumni, en la escuela de negocios en Barcelona.
Entre las dificultades, ha destacado la falta de un marco jurídico único a nivel internacional y la rapidez con la que se mueve este sector, caracterizado, según ha explicado, por una elevada complejidad, la voltalilidad de precios y la falta de transparencia.
Tras detallar los esfuerzos que se están realizando a nivel internacional y, en especial, en la Unión Europea, ha subrayado la necesidad de profundizar en la cooperación entre instituciones y entre los diferentes reguladores, tanto internacionales como domésticos.
"Estamos trabajando en una ambiciosa agenda de regulación para poder controlar muchos de los problemas que están surgiendo. Necesitamos herramientas para proteger a los usuarios de estos activos virtuales igual que lo hacemos con los del sector bancario", ha asegurado.
El gobernador del Banco Central ha recordado que España no cuenta con una regulación específica y que, junto a la Comisión Nacionald el Mercado de Valores (CNMV), se ha limitado a advertir sobre el riesgo de este tipo de inversiones.
En la Unión Europea, destaca el reglamento que se está negociando, conocido como MiCA, que tiene como objetivo establecer un marco normativo para la emisión de criptoactivos y los proveedores de servicios.
El también miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha advertido de la rapidez con la que crece este mercado, pese a que, de momento, supone sólo el 1 % del sistema financiero internacional.
"De momento es limitado pero crece muy rápido", ha señalado, para apuntar, a continuación, que su dimensión ya es mayor que la que tenían las subprime al inicio de la gran crisis económica.