Estrella Galicia pondrá en marcha próximamente una nueva caldera de biomasa para la generación de energía térmica en su fábrica de cerveza. Este sistema, que funcionará utilizando materiales de fuentes renovables, de origen vegetal o biológico, permitirá producir más del 60% de la energía térmica empleada en las instalaciones del polígono de Agrela en A Coruña.
La energía térmica supuso en 2021 un 75% del consumo energético en la fábrica, ya que se emplea en gran parte de los procesos clave para la producción de cerveza, aquellos que usan vapor o agua caliente, como la cocción del mosto, así como el lavado de envases retornables, de las líneas y las máquinas de envasado. Por este motivo, la integración de esta caldera de biomasa permitirá reducir la dependencia del gas natural, con una reducción aproximada de consumo de un 70%.
Por otra parte, el aprovisionamiento de materia prima para el funcionamiento de la caldera de biomasa alcanzará las 27.000 toneladas anuales y se llevará a cabo en un entorno cercano a las instalaciones, lo que supondrá un impulso para el empleo y la economía del rural gallego.
Francisco Ucha, director general de Hijos de Rivera, comenta: “Hemos sufrido en los últimos tiempos un brutal impacto de la subida de costes derivados de la energía, los materiales y las materias primas. Estos incrementos no se han repercutido en nuestros precios y, aun así, nuestra compañía ha decidido seguir invirtiendo, no tanto para mitigar el impacto de los costes, sino para asegurar la continuidad del negocio”.
La puesta en marcha de esta instalación, prevista en el segundo trimestre de 2023, se suma a la ampliación de planta fotovoltaica presente en las cubiertas de la fábrica de cervezas desde 2020. Más de 1.200 nuevos paneles solares que duplicarán la superficie inicial y que reducirán sustancialmente tanto el consumo energético en particular, como la huella de carbono de la actividad en general.
Estas iniciativas forman parte de un ambicioso programa de Hijos de Rivera que ha dado importantes pasos en los últimos años para transformar sus instalaciones industriales en un modelo de mínimo impacto ambiental. Esta transición se materializa en una serie de cambios en los modelos de producción, distribución y consumo que han impulsado a la compañía gallega como un ejemplo de transformación responsable y sostenible. El uso de energías renovables, la reducción de consumos y emisiones o la apuesta por la circularidad de los envases son solo algunos de los pilares de esta transformación de su actividad.