El candidato del PP y líder de ese partido, Alberto Núñez Feijóo, que el pasado domingo ganó las elecciones generales con 136 escaños pero sin lograr una mayoría suficiente para formar gobierno, ha participado este martes en la ofrenda al Apóstol y ha dicho que nada le solicita y sí le agradece.

"Al Apóstol no se le viene a pedir nada, al Apóstol se le viene a dar las gracias", ha declarado sucintamente a la prensa congregada en el exterior de la Catedral, y también ha contado que ya antes de esos comicios había prometido estar en su tierra este 25 de julio, Día de Galicia, y así lo ha hecho.

"Habíamos quedado de venir, para mí es una tradición después de 14 años", ha explicado en alusión a su etapa como presidente de la Xunta, y a la última pregunta, acerca de cuál será su futuro, ya no ha respondido.

Feijóo empezó este lunes su ronda de conversaciones con los otros partidos, tal y como indicó durante su intervención en abierto ante la Junta Directiva Nacional, de la que forman parte los barones de la formación, a los que ha reunido tras el 23J.

La negativa del PNV a negociar la investidura con el Partido Popular, que Andoni Ortuzar trasladó anoche a Feijóo, cerró la vía para que el candidato del PP sea investido presidente del Gobierno, pues para lograrlo necesitaba el sí tanto de Vox como de los nacionalistas vascos, dos partidos enfrentados.

También necesita el PP de Coalición Canaria, que pese a copresidir con este partido las islas, ya ha comunicado que no apoyarán un gobierno en el que esté Vox, aunque Feijóo cree que están en el camino de votar sí.

Por el momento Feijóo solo ha sumado el sí de Unión del Pueblo Navarro (UPN), con un diputado, a los 133 escaños que el PP logró en las urnas. Vox, con 33 escaños, habló desde la noche electoral de que estaban listos tanto para ir a la oposición como para encarar una repetición electoral.

En el Obradoiro, Núñez Feijóo ha repartido saludos y abrazos y ha escuchado algún viva.