En Galicia los enlaces veraniegos se han convertido en toda una tradición. Las invitaciones de amigos y familiares no paran de llegar y los convidados posponen, con gusto, los planes vacacionales que tenían preparados para asistir a la celebración.
Uno de los lugares más espectaculares de toda nuestra Comunidad Autónoma para celebrar bodas, o cualquier otro evento, es el Pazo do Castriño. Localizado en pleno centro de Vilagarcía de Arousa, se encuentra inmerso entre un mágico bosque y un extraordinario jardín botánico.
Pero lo que no todo el mundo sabe es que el Pazo do Castriño es una edificación histórica de principios del siglo XX. Testimonio del pasado glorioso de Galicia, el pazo aún guarda entre sus muros las vivencias de los duques de Terranova, que construyeron la propiedad cuando el calendario marcaba 1934.
Una herencia que se puede ver, también, cuando se pasea por el Jardín botánico Enrique Valdés Bermejo, conocido popularmente como Parque do Castriño. El bosque puede presumir de tener variedades exóticas plantadas por estos nobles.
En la extensa historia del pazo, hay otro acontecimiento que merece la pena que se recuerde. A finales de los 80, la construcción sobrevivió a un incendio que, por fortuna, dejó intacta la estructura del pazo y sus áreas verdes.
Actualmente, el Pazo do Castriño es un claro ejemplo del rico patrimonio que posee Galicia y para que lo pueda disfrutar quien desee se ha adaptado para celebrar eventos.
Este majestuoso pazo, situado a los pies de la ría de Arousa, se viste con sus mejores galas para acoger, sobre todo, bodas de aquellas parejas que buscan ser los protagonistas de una jornada de ensueño, como Carina Díaz y Jose Antonio Míguez, que se darán el “sí, quiero” el próximo 16 de julio.
“En la búsqueda del lugar perfecto para celebrar nuestra boda, visitamos más de una decena de sitios, algo muy poco común. El Pazo do Castriño fue el último que vimos. Cuando entramos en él, lo encontramos muy cuidado. Nos enamoramos de su entorno y de sus jardines. Aunque suene a tópico, nos convenció el último”, relata la novia, Carina.
Una de las peculiaridades de Pazo do Castriño -emplazado en el número 23 de la calle Valle Inclán- es que solo acepta la celebración de un evento por día, lo que lo convierte en uno de los emplazamientos más exclusivos de la bella comarca de O Salnés. Este punto ayudó a que Jose Antonio y Carina se decantaran por el caserón. “Queríamos un lugar en el que solo se celebrara nuestra boda, no cinco al mismo tiempo”, explican los prometidos.
Las renovadas instalaciones de la finca- que cuenta con un espectacular salón acristalado, varias terrazas y zonas ajardinadas, aparcamiento privado para clientes, piscina, zona chill out y una gran pista de baile- tienen capacidad para albergar alrededor de 350 invitados.
Pero sin lugar a dudas, una de las cosas que más gusta a las parejas que deciden casarse en Pazo do Castriño es el catering. A los mandos de los fogones se encuentra Pepe Solla, chef con una Estrella Michelin que comanda el restaurante Casa Solla de Poio (Pontevedra). Solla, es el encargado de crear los menús y aperitivos que se pueden degustar en cada celebración. El cocinero ofrece hasta cinco posibilidades entre las que resaltan las estaciones de quesos o sushi.
“Lo que nos hizo decantarnos por el sitio fue el catering. En el momento en el que nos explicaron que al frente de la cocina estaba Pepe Solla, un cocinero de Estrella Michelin, nos dimos cuenta de que nada podría salir mal en un día tan especial”, revela Carina Díaz.