El expresident de la Generalitat Artur Mas ha asegurado que Jordi Pujol "se equivocó" con la confesión sobre la herencia familiar en el extranjero de julio de 2014 porque "se puso al frente de un problema que había a nivel familiar" y asumió "un coste político que ha trascendido más allá de su persona".

En una entrevista que publica este lunes El Periódico, Mas ha afirmado que, cuando llegue el juicio, "difícilmente se podrá demostrar que él tuviera un papel activo en este tema y que tuviera un enriquecimiento personal, a diferencia del rey emérito, que movía en su nombre y en el de la familia decenas de millones".

El 25 de julio de 2014, el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol confesó a través de un comunicado la existencia de una herencia familiar no declarada en el exterior, que, según dijo, provenía del legado de su padre.

Mas ha defendido que Pujol pueda "volver a la plena normalidad", lo que constituye, para Mas, su "deseo" y su "esperanza": "Sé que no es del todo posible. Cada vez que pasa un poco más de tiempo va recuperando una buena parte de su prestigio y credibilidad, pero difícilmente llegará al nivel de antes del 25 de julio de 2014".

Además, ha expresado que retirarle las atribuciones de expresident fue "una de las decisiones más dolorosas" que tomó como president, aunque ha admitido que "no había más remedio" porque, de no haberlo hecho, le habría obligado el Parlament.

"No fui yo, lo hicimos de común acuerdo. No fue una imposición mía, fue una conversación (entre Mas y Pujol) en la que llegamos a la conclusión de que era lo que teníamos que hacer, por muy doloroso que fuera para mí", ha indicado.