Los bloques progresista y conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siguen sin llegar a un acuerdo sobre la renovación del Tribunal Constitucional (TC) tras una primera reunión sin resultados más allá de comprometerse a que los candidatos sean magistrados del Supremo y que los nombramientos se alcancen por una “amplia mayoría”.
La primera reunión entre ambos sectores del órgano de gobierno de los jueces acabó como se esperaba: sin nombres aunque con la convocatoria de un nuevo encuentro el miércoles 21 de septiembre, para seguir negociando.
Ese día los vocales progresistas sí que llevarán una lista de nueve candidatos, que remitirán previamente a los conservadores, quienes por el momento no se plantearon hacer lo mismo al considerar que se deberían tener en cuenta otras variables primero. Variables como la repercusión que tendría elegir a un magistrado que actualmente forme parte de una Sala con déficit de personal, como es el caso del Tribunal Supremo, un extremo que no han conseguido consensuar con los progresistas, explican las fuentes.
Conservadores sin candidatos
Con todo, el bloque conservador pidió más tiempo dado que, según las fuentes, a día de hoy no cuentan con ningún magistrado del Supremo que quiera postularse al Constitucional.
Todo lo contrario que los progresistas que “en señal de la máxima transparencia en el proceso de negociación”, y dado que cuentan con magistrados que en los últimos días manifestaron su deseo, tanto al presidente del Consejo, Carlos Lesmes, como a ellos de optar al puesto en el Constitucional, se comprometieron a facilitar su lista de candidatos con su trayectoria “para ir avanzando en el trabajo”.
Examen de los currículos
Tres días después de que venciese el plazo legal para nombrar a dos jueces del Constitucional, los interlocutores de los sectores progresista y conservador llegaron a un acuerdo sobre tres puntos.
Esto es procurar que se alcance el más amplio acuerdo y respaldo mayoritario de los magistrados, que la selección de los candidatos se lleve a cabo tras un profundo examen de sus currículos y que estos sean magistrados del Tribunal Supremo.
Los conservadores también solicitaron que no se lleven al pleno del CGPJ los nombramientos si no hay un consenso previo en el seno de los grupos, si bien los vocales no llegaron a un acuerdo en estos puntos. Con esta especie de acuerdo de mínimos, los dos grupos, representados por Álvaro Cuesta, Roser Bach y Rafael Mozo, del progresista; y José Antonio Ballesteros y Carmen Llombart, del conservador, seguirán intentando acercar posturas la próxima semana. El Gobierno, que también debe designar a otros dos magistrados, ya dejó claro que aguardará a que los vocales del CGPJ “hagan su trabajo”, por lo que no se espera saber sus nombres en los próximos días.
Dar tranquilidad
Ayer, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se mostró convencido de que el CGPJ nombrará a los dos magistrados porque “no puede imaginar” que el órgano vaya a incumplir la ley. Por ello, abogó por dar “tranquilidad” para que el CGPJ “intercambie nombres”, debata y decida.
El Ejecutivo confiaba en que el CGPJ cumpliría con el plazo de la ley, pero los vocales no acababan de sentirse vinculados, principalmente los conservadores, que creen que el Gobierno no cumple con laley al llevar casi cuatro años con un CGPJ en funciones y limitado sin poder hacer nombramientos.