La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se apoyó ayer en los sindicatos CC.OO. y UGT, de Cataluña, para urgir a ERC a apoyar la reforma laboral.

Ayer fue el primero de los dos días de visita de Díaz a Cataluña, un viaje que tiene lugar en pleno debate sobre la reforma laboral, con el Ejecutivo buscando recabar el apoyo de ERC a un texto que fue consensuado con sindicatos mayoritarios y patronal.

La reforma laboral todavía no cuenta con los apoyos asegurados para ser validada en el Congreso, pero la vicepresidenta se mostró convencida de que “va a salir” con el apoyo del resto de grupos de izquierdas.

Sensibilidad social

En concreto, dijo “respetar profundamente” a ERC, partido del que destacó su “sensibilidad social”, y reivindicó que si finalmente sus diputados no apoyan la reforma “lo van a tener que explicar” a los trabajadores.

Añadió que mantiene una “relación extraordinaria” con los republicanos, por lo que dijo “confiar” en que en la negociación con este partido logrará recabar su apoyo al texto, si bien no escondió que le dio “un poco de pena” que el líder de los independentistas en el Congreso, Gabriel Rufián, identificara el redactado con un “proyecto personal” de Díaz.

Pese a la visita a Cataluña, el texto no convence por el momento a ERC, pues la secretaria general de ERC, Marta Rovira, reprochó en un mensaje en Twitter al Gobierno central que “no se mueva suficientemente” y “desaproveche una mayoría de izquierdas en el Congreso”.

Por la mañana, la vicepresidenta visitó la sede de la UGT de Cataluña, donde fue recibida por su secretario general, Camil Ros, quien indicó que este es “un buen acuerdo” porque, si bien quizás.

“le faltan cosas”, “a las patronales y a los sectores más carcas les sobra todo”.

Por su parte, el responsable del Ejecutivo, Pedro Sánchez, subrayó que el Gobierno de España “no contempla otra posición que convalidar la reforma laboral” y expresó su deseo de que cuente con el mayor número de apoyos parlamentarios posibles.

Sánchez hizo estas declaraciones al ser preguntado por los periodistas en una comparecencia en el palacio de la Moncloa, con motivo de la visita de la primera ministra de la República de Finlandia, Sanna Marin.

Tras defender la necesidad de que exista un apoyo mayoritario a la reforma laboral, explicó que por eso le planteó al líder del PP, Pablo Casado, que, al menos, si no está de acuerdo, permita la convalidación de este importante acuerdo.

Reconstruir los consensos

Sánchez recordó que no es un acuerdo del Gobierno en solitario, sino que cuenta con el aval de empresarios y sindicatos y que, por tanto, el Ejecutivo, cumplió con su deber: el de “reconstruir los consensos rotos” en el pasado, en torno a las pensiones y al mercado laboral.

Mientras, el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, defendió ayer que es la reforma laboral llevada a cabo por el PP en 2012 la que permite obtener buenos datos de empleo y añadió que la reforma actual no puede servir para “salvar la cara” de todos ellos.

“¿Han oído ustedes, a alguno de los intervinientes en la reforma laboral, reivindicar que va a servir para mejorar el mercado de empleo, aumentar calidad, para aumentar el empleo?, ¿O han escuchado que es un mal menor para el Gobierno, que prometió derogar la reforma laboral y todos sabemos que no es una derogación íntegra como habían prometido?”, trasladó a los periodistas.

Mientras la líder de Cs, Inés Arrimadas, volvió a dejar claro que no tiene “nada” que negociar con Pedro Sánchez sobre la reforma laboral y que la condición que ponen para votar a favor es que no se toque “ni una coma”.