En el año 2010 nació Boüret, una firma de moda que ha logrado trascender fronteras y conquistar corazones en todo el mundo. Fundada por Vanessa Datorre, esta marca ha experimentado un notable crecimiento y evolución y la firma ha logrado que sus vestidos lleguen a destinos lejanos, consolidando su presencia en mercados clave como España y Asia.
La directora creativa Vanessa Datorre se graduó en diseño de moda a los 22 años. Su dedicación y visión la llevaron a ganar concursos de moda que le abrieron las puertas para trabajar en reconocidas firmas como CH (Carolina Herrera), marcando así el punto de partida de su carrera en el mundo de la moda.
Su formación y su experiencia han sido pilares fundamentales en el recorrido de Vanessa. Tras su experiencia laboral en CH, decidió buscar una formación más sólida y estudió con una beca en el IED un máster en Dirección y Gestión de Empresas de Moda, lo que la llevó a Madrid. Durante este tiempo, complementó sus estudios trabajando en Sfera, enfocado en el tricot de prendas masculinas. Cuando terminó su formación regresó a A Coruña, y a partir de ahí nació la firma.
La novia Boüret no se conforma con lo ordinario, sus diseños buscan marcar un precedente en la moda nupcial española. “Nuestras novias no suelen ser convencionales, tenemos mucha novia que quiere pantalón, que prefiere el vestido con largo midi o que desea llevar las mangas diferentes. La novia Boüret es una novia que se distingue, que ha marcado bastante época en el mundo nupcial en España, porque fue muy transgresora. Cuando introdujimos nuestras creaciones al mundo de las novias, la tendencia predominante eran los cortes de princesa, pero nosotras empezamos a crear vestidos más fluidos y
etéreos”, afirma la diseñadora.
En Boüret entienden que cada novia es única y especial y que el diseño para su gran día debe reflejar en todo momento su personalidad. Es por ello que, además de elaborar colecciones anuales, ofrecen la posibilidad de elaborar el vestido de novia a medida. “Contamos con un equipo de modistas con las que llevamos trabajando desde el nacimiento de la marca. Son súper buenas modistas, de las de antes, de las que ya no quedan”, destaca Vanessa Datorre.
El viaje comienza antes de la primera cita: “hablamos con las futuras novias por email y les solicitamos que nos envíen fotos de inspiración y que nos describan como se imaginan su vestido. Esta información es muy valiosa para nosotras, porque así, podemos preparar una selección inicial de opciones para que las novias prueben en su primera visita. Hay muchas novias que no son capaces de echarle imaginación al resultado final y de esta manera, es mucho más fácil para ellas”, añade.
Una vez que tengan el diseño de su vestido, que se haría bajo bocetos, empezarían con las pruebas del vestido, que se van construyendo con las medidas de la novia, hasta llegar al vestido final. “Primero probamos los diferentes patrones que tenemos en el Atelier, para dar con el patrón base que a la novia le gusta y después pasamos a construir su vestido. La primera prueba normalmente es como un esqueleto del vestido. En la segunda prueba el vestido ya está prácticamente construido, nos quedaría, por ejemplo, retocar el largo y los ajustes finales, que no se realizan hasta, aproximadamente, un mes antes de la boda, donde realizamos la tercera prueba. Y finalmente, 15 días antes se hace la prueba final, donde comprobamos que todo está correcto. Normalmente las novias suelen adelgazar antes de la boda, porque es una época donde se pasan muchos nervios, y solemos tener que hacer arreglos esos últimos días”, añade Datorre.
En Boüret consideran que los detalles son clave para que la experiencia de cada novia se eleve al máximo nivel. “Si la novia lo desea, durante las pruebas finales, dedicamos especial atención a los complementos que acompañarán al diseño, desde los zapatos hasta el velo, las tiaras, o lo que ella elija-”, afirma.
Además de los complementos, brindan asesoramiento sobre los proveedores clave para el día de la boda: maquilladores, peluqueros, entrenadores personales o floristerías. “Entregamos un sobre a cada novia con nuestros proveedores, queremos facilitarles la búsqueda de los profesionales adecuados”, destaca la diseñadora.
Las costuras de Boüret son impecables y su experiencia las avala. Cada vestido de novia es el resultado de una atención meticulosa a las calidades y de una gran habilidad artesanal.
El impacto de las creaciones de Boüret ha resonado a nivel global, logrando que varias de sus novias se convirtieran en virales. La presencia de la firma en redes sociales y la originalidad de sus diseños, son dos de las claves que han contribuido a que el mundo conozca el estilo de Boüret.
“El vestido de Eleniya -de Médula- fue un vestido que nos dio muchas alegrías. Mónica, que fue nuestra primera novia viral, hizo famoso nuestro vestido Rosalía, que a día de hoy, sigue siendo nuestro vestido de novia más vendido. Elenilla y Mónica son reconocidas por todos”, destaca Vanessa.
Boüret ha demostrado que la combinación de pasión, educación y experiencia puede dar lugar a un proyecto exitoso.