Fue después de la pandemia cuando en Ferrol empezaron a despuntar las viviendas turísticas hasta convertirse, a día de hoy, en la mayor oferta de alojamiento no solo en la ciudad, sino también en las comarcas. Sentirse “como en casa” y disponer de espacios amplios, además de su precio, son cuestiones que los visitantes valoran a la hora de escogerlas como primera opción cuando viajan.
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, los pisos más apreciados no disponen apenas de fechas libres, un dato que contrasta con el margen de reserva del que aun disponen los hoteles, y confirman así la tendencia.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las viviendas turísticas registradas en España son 396.883. En Galicia, el incremento en el último año ha sido de más de un 21%, llegando a las 21.983 y situándola en el séptimo puesto por comunidades autónomas.
Poniendo el límite geográfico en el municipio ferrolano, consta una oferta de 310 alojamientos, por lo que no es de extrañar que los anfitriones se hayan profesionalizado y convivan las empresas de gestión con los particulares que se animan a sacar un extra alquilando sus casas o habitaciones, sobre todo a través de las dos grandes plataformas: Airbnb y Booking, que acaparan casi por completo la oferta.
Que sean los propios viajeros los que puntúan a los alojamientos y a sus anfitriones otorga un plus de confianza a la hora de reservar, pero también establece un ránking que facilita la búsqueda a los indecisos.
En el caso de Booking, gran parte de los calificados como “excepcional” y “fantástico”, con puntuaciones por encima del 9, ya no disponen de fechas libres para pasar la Navidad en Ferrol. Así, el que se anuncia como “piso recién reformado en Galiano” y que cuesta habitualmente 79 euros, solo está libre el 29 de diciembre y esa noche sube hasta los 140 euros.
Uno de los muchos pisos de la oferta turística ubicados en Amboage, concretamente en Real 199, tiene un coste de 84 euros, pero solo está libre el 27 de diciembre. También dentro de los “excepcionales” está un piso en Real número 82, una joya en pleno centro que “esconde” un bonito patio y cuesta 100 euros, estando ocupado del 21 al 2 de enero. Lo mismo ocurre con “Miña Nai Apartment”, en Sánchez Barcáiztegui número 19, con un precio de 95 euros por noche, pero sin plazas entre el 19 de diciembre y el 7 de enero.
Pasando a los “fantásticos”, se puede encontrar AN Sol, en la calle del Sol número 202, cuyo precio oscila entre los 71 y los 100 euros y tampoco cuenta con fechas libres por Navidad. En la calle Dolores, enfrente a El Suizo, ofertan un alojamiento para cuatro personas a 79 euros la noche que tiene reservados los días navideños también. Finalmente, con disponibilidad solo el 22 y el 23 de diciembre, despunta el apartamento situado en la calle del Sol, 129. En este caso cuesta 97 euros por día.
Cambiando a Airbnb, donde se puntúa hasta el 5, destaca una “casa rural” con la puntuación máxima, Doniños74, ubicada a dos kilómetros de la playa para sumergirnos “en la serenidad de la naturaleza y disfrutar de una estancia inolvidable para una escapada recomendada a quienes buscan relajarse”. Tiene capacidad para cuatro viajeros, cuesta 184 euros por noche, y se encuentra ocupado del 17 de diciembre al 7 de enero.
En Covas está esta “casa de invitados”, ubicada en el entorno de cabo Prior, a “cinco minutos de la playa” y con acceso a piscina. Valorada con una nota de 4,95, cuesta 60 euros y, esta sí, dispone de algunas fechas de Navidad, estando reservada solo del 31 de diciembre al 7 de enero.
De vuelta a la ciudad, en concreto al barrio de Canido y valorada con un 4,92, por 90 euros la noche se encuentra esta vivienda contigua a los jardines de Ucha en la que se pueden hospedar mascotas también, un plus para muchas personas que no viajan sin sus compañeros peludos.
Le sigue “Doni Beach House” que ha obtenido un 4,91 por parte de sus huéspedes. Se trata de una “casa independiente situada en la aldea de Doniños, un entorno natural muy tranquilo a dos kilómetros”, describen en el perfil, añadiendo que el inmueble tiene más de cien años y que “en el proceso de restauración nos centramos en mantener intacta su esencia”. Permanecerá ocupada desde el día de Navidad al 4 de enero y su tarifa es de 240 euros por noche.
Finalmente, con una nota de un 4,9, otra vivienda, esta vez en Serantes, con capacidad para cuatro personas y un precio de 58 euros: “Espacioso apartamento con vistas al mar, recién reformado, situado a medio camino entre Ferrol y la zona de playas”, explican. Tampoco está libre entre el 24 de diciembre y el 2 de enero, cerrando la lista de los alojamientos más valorados que cuentan con una mayor ocupación durante las fiestas.
A través de estas plataformas, el viajero puede leer además los comentarios de los que se alojaron antes que él para terminar de convencerse. Es aquí donde la gente se explaya, para bien y para mal, sobre su experiencia. El poder de las reseñas en estos tiempos que corren es casi infinito, con capacidad para encumbrar o hundir casi cualquier negocio; no obstante, en este caso servirán para analizar qué es lo que más valora la clientela de los apartamentos turísticos de Ferrol.
Que el lugar esté “céntrico” cuando se trata de un piso en el entorno urbano, pero que no sea “ruidoso”. Triunfan aquellos que están recién reformados y que se han esforzado por cuidar la decoración con mobiliario nuevo o restaurado. Un buen sofá donde tumbarse, una buena cafetera para empezar el día con energía y un colchón cómodo son otras de las cuestiones importantes.
Que cuenten con una buena luz natural, que sean amplios y tengan ascensor, que no les falte la calefacción ni el wifi o que la hora de entrada y de salida sea flexible son otras de las cuestiones más comentadas. Sin embargo, hay tres observaciones que se repiten en prácticamente todas las reseñas: la limpieza, la amabilidad del anfitrión o anfitriona y sus detalles de cortesía, y la plaza de garaje.
Inés Rodríguez-Tenreiro Castro, al frente de Milcasas Galicia, gestiona más de una decena de pisos turísticos en Ferrolterra y es una de las mejor valoradas en Airbnb, lo que la convierte en “superafitriona”. Confirma que, lejos de estar excesivamente estacionalizado, el visitante que apuesta por el alojamiento turístico “viene todo el año. Lógicamente, en verano estamos al 100%, pero el resto del año nos movemos entre el 50 y el 70%”.
Ahora, en Navidad, tiene sobre todo familias y, de hecho, comenta que “siempre bloqueo uno de los pisos para la misma, un matrimonio con un hijo, que uno de ellos es de Ferrol y viven en el extranjero. Ya los conozco y, por ejemplo, yo siempre les pongo a todos un desayuno de bienvenida y a ellos sé que les gustan las tostadas y se las pongo. Hay confianza, y yo encantada”.
Además de turistas que se quedan dos o tres días, Inés percibe que cada vez son más empresas las que alojan a sus trabajadores en estos pisos. Entre las ventajas, describe la comodidad de estar juntos, que puedan cocinar y que les salga por un mejor precio. Además, los visitantes “valoran, sobre todo, que estén nuevos y limpios, agradables, con muebles bien puestos” y le piden, mayoritariamente, recomendaciones gastronómicas: “En verano siempre preguntan por el marisco”.