La primera “gran inversión” de la que se benefició el castillo fue la que hizo el Ministerio de Cultura en 2010, financiando con 600.000 euros la rehabilitación de la Casa del Gobernador y, la segunda, aprobada en 2023, la reparación de las cubiertas pétreas, a las que se destinó cerca de medio millón de euros, asumiendo el Ministerio de Transportes —dentro del 1,5% cultural, la primera vez que Ferrol lo consiguió después de dos décadas intentándolo— algo más de 270.000 euros.

La tercera y, de momento, última, conforma el ambicioso proyecto de la cafetería en la Casa del Comandante, presupuestado en 1.161.983 euros de los que el Ministerio para la Transición Ecológica aporta, a través de fondos europeos, 957.943,34 euros y lo restante el Concello.

Una planta baja en la que habrá terraza con vistas a la ría, zona de restauración, cocinas y chimenea, y una superior con comedor serán las dos estancias que están llamadas a servir de polo de atracción de la fortaleza en un proyecto que, según la concejala de Urbanismo, Blanca García, sacarán a licitación “en breves”, puesto que ahora se encuentran revisando pliegos; pero debe empezar la obra este 2025 para cumplir plazos con Europa, con la ejecución fijada en once meses, por lo que a lo largo del próximo año se estrenará un espacio que “dará vida a la zona”, como también ocurre en el monasterio de Santa Catalina de Montefaro, ejemplifica la edila.

“Obra bonita”

“Creo que va a tener más visitantes porque facilitará organizar un plan de fin de semana y servir de base para rutas, hacer ejercicio, ir a la playa o ver la puesta de sol. No solo para visitantes, sino también para ferrolanos. Yo la primera”, asegura. Explica que la modificación del proyecto que heredaron de los socialistas consistió en realizar unas catas por parte de un arqueólogo, como requería Patrimonio, lo que desembocó en el desvío de algunas canalizaciones y en la elaboración del plan para la instalación eléctrica, que tampoco figuraba. 

“Va a ser una obra bonita, pero complicada. No es lo mismo hacer una casa de cero que una rehabilitación como esta, con elementos protegidos. Implicará, por ejemplo, sacar piedra por piedra, enumerarlas y volverlas a colocar donde corresponde. La verdad es que va a cambiar mucho la visión de todo el castillo porque está en el medio y ahora se ve en ruinas, son cuatro muros”, avanza García.

“La idea es recuperar todo, poco a poco, consiguiendo fondos para dejarlo en las condiciones que merece. Tratándolo con respeto se pueden hacer muchas cosas. Cualquier ciudad del mundo con un monumento como este lo explota al 300%. Hay que apostar por él”, concluye.