El peso de las exportaciones en los muelles de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao subió ligeramente en el último mes con respecto al acumulado hasta mayo, pasando del 26,29% a 26,48%. No es una subida sensible, pero sí supone un cambio de tendencia no solamente en lo que respecta a la proporción de mercancía embarcada en relación con la total que se mueve en las dársenas que gestiona el organismo que preside Francisco Barea, sino también en la remontada de las cifras globales y las expectativas de cara al cierre de este curso, que se espera que, pese a que hay ahora mismo un diferencial negativo de más de un millón de toneladas, sea similar al de 2023.
Así, del total de 3,18 millones de toneladas que se han movido en Ferrol y San Cibrao, cerca de 845.000 se han cargado con destino a otros puertos. Hace un año, el tráfico total superaba ligeramente los cuatro millones de toneladas, con 1,18 (el 29,5%) para embarcar. Son tres puntos de diferencia que, sin embargo, mantienen a la Autoridad Portuaria por encima del 25%. Una de cada cuatro toneladas se exporta.
Con todo, la situación no es la misma en los tres grandes segmentos de mercancía, aunque hay cierta relación cruzada entre los diferentes grupos. Los graneles sólidos, tanto los que se embarcan como los que se descargan, mejoran sus cifras en comparación con el mismo período de 2023, mientras que el comportamiento general de los líquidos fue peor entre enero y junio de este año que el anterior. Por último, la mercancía general sufre también tanto en exportaciones como en importaciones, aunque en este caso las operaciones de carga quintuplican a las descargas.
Aunque no afecta con la misma intensidad a todos los grupos, la crisis mundial provocada por el conflicto del Mar Rojo y el bloqueo del Canal de Suez está provocado un impacto muy fuerte en las cadenas de suministro, y la actividad en los puertos de Ferrol y San Cibrao no es ajena.
En esa línea, la caída en el tráfico de mercancías es una realidad que en números se traduce en 1,1 millones de toneladas menos. Según el último balance de Puertos del Estado, se ha pasado de las 4.794.200 con las que se cerró el primer semestre de 2023 a las 3.655.930 del período de enero a junio de este mismo año. Es una contracción importante –23,7%– que las previsiones del organismo que preside Francisco Barea dicen que tiene los días contados. De hecho, en el segundo trimestre la situación ha mejorado con respecto al arranque del año.
Al igual que en las importaciones, los graneles sólidos mejoran las cifras del año pasado
Mención aparte merece el caso de los contenedores, que no tiene comparación posible, pues el conflicto del Mar Rojo, sobre todo, pero también el atasco del Canal de Panamá han llevado a muchas navieras a buscar rutas alternativas para sus portacontenedores, con el consiguiente incremento de los tiempos y, en consecuencia, también de los precios.
Hay factores que afectan por igual a las cinco autoridades portuarias de interés general de Galicia –las que dependen directamente de Puertos del Estado, aunque sus gestores sean elegidos por la Xunta–, pero cada puerto tiene su propio ecosistema, con sus fortalezas y debilidades.
En en ámbito de las exportaciones es A Coruña la que mejor estado de salud presenta. Su volumen de mercancía embarcada ha aumentado un 64%, hasta los 1,4 millones de toneladas. También crece, aunque en menor medida (un 11%), la dársena de Vigo, que ha superado el millón. En el puerto de Marín-Ría de Pontevedra el incremento es más modesto (casi un 5%). Peor parada sale Vilagarcía de Arousa, que se deja un tercio de la mercancía embarcada en el último ejercicio.
Por grupos, son los graneles líquidos los que le dan a A Coruña la ventaja. Ha más que duplicado –hasta el millón– las cifras del año pasado. Ninguna de las otras tres autoridades portuarias gallegas que no son Ferrol tiene este tipo de mercancía entre sus tráficos, mientras que en sólidos, aunque crece, no lo hace al ritmo que le permitiría superar a Ferrol, que también aumenta. En Vigo no se exporta granel sólido; Arousa ha perdido dos tercios de su volumen y en Marín su importancia es testimonial.
La diversidad del sistema portuario autonómico queda de manifiesto en la mercancía general. Lidera Vigo y su potente industria del automóvil y el segundo puesto también es del sur, Marín-Ría de Pontevedra, con más de 320.000 toneladas y un 7% de incremento. Le sigue Ferrol y cierra A Coruña, con apenas 65.000 y una disminución del 46%.