El acceso a la vivienda, el empleo y la ausencia de transporte público lastran las oportunidades de inclusión de los más pobres en la zona

Cáritas presentó ayer su balance anual constando un nuevo repunte de la pobreza en la zona
El acceso a la vivienda, el empleo y la ausencia de transporte público lastran las oportunidades de inclusión de los más pobres en la zona
En la foto, un instante de la presentación de la memoria de actividades de Cáritas en 2023 |D. ALEXANDRE

Como es habitual cada año, coincidiendo con la celebración del Corpus, Cáritas Diócesana presentó su memoria anual, que nos muestra una radiografía de la realidad social de las localidades que integran la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Y los datos no son buenos, según la información facilitada ayer por el obispo Fernando García Cadiñanos y la responsable de la Secretaría General de la entidad social, Marta Pazo. Y no son buenos porque la tasa de pobreza en Galicia ha escalado hasta el 23,6%, dos puntos porcentuales más que el año pasado. A Cáritas acudieron durante 2023 un total de 4.701 personas en situación de pobreza, a las que cuestiones como la inflación están poniendo “contra las cuerdas”.


Marta Pazo manifestó la preocupación que tienen en la entidad ante datos tan elocuentes como que evidencian dos caras de la pobreza: un 55% de personas con menos de 35 años, entre ellos menores de edad, y un 53% de personas migrantes, en su mayoría en una situación administrativa irregular. 


A este respecto, tanto Pazo como García Cadiñanos hicieron un llamamiento a las diferentes administraciones públicas para que pongan en marcha las herramientas necesarias que permitan desatascar la tramitación de estos permisos, que tienen a numerosas personas en situación irregular, lo cual les impide también acceder a un puesto de trabajo.


Analizando el perfil de la gente que ha solicitado la colaboración de Cáritas en 2023 cabe señalar que la gran mayoría de estas personas con rentas bajas deben dedicar un 70% de sus ingresos a los gastos esenciales, entre ellos la vivienda, que puede llevarse parte importante de sus salarios haciendo tambalear la economía familiar, “especialmente aquellas con niños a su cargo, quienes llegado el final del mes se les hace imposible hacer frente a todas sus cargas y recurren, necesariamente, a nosotros”, precisan desde la entidad.


Así, durante el pasado 2023 en los 27 centros de acogida y acompañamiento de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol se ha atendido a un total de 3.736 personas en la búsqueda de recursos, y 2.506 han percibido algún tipo de ayuda de emergencia para hacer frente a las necesidades  más básicas. En este punto Marta Pazo señalaba que esta situación se debe, en gran parte, a que la tasa de cobertura del Ingreso Mínimo Vital “es solo del 44% de la población que se encuentra en situación de pobreza severa, además de que las cuantías fijadas son insuficientes”, afirmó la secretaria general de la entidad caritativa. Pazo también recordó la importancia que tienen en todo momento los 201 voluntarios que colaboraron con ellos el año pasado para poder dar servicio a todas las personas necesitadas. Desde la organización de caridad se explica también que para vivir  con dignidad es fundamental tener un empleo digno, es decir, estable y con un salario adecuado y que solo así se logrará evadir la pobreza. Además, destacó que la precariedad, afecta sobre todo al sector de los cuidados y el empleo doméstico, afectando principalmente a mujeres.

 


Vivienda y vulnerabilidad
 

También se habló sobre las cuestiones que hacen de estos ciudadanos sean tan vulnerables. La vivienda constituye el principal escollo que se encuentran, con precios cada vez más elevados, escasa vivienda social y pocas posibilidades para hacerse con un alquiler. La precariedad laboral no ayuda, ya que los salarios bajos en un momento en el que los precios siguen en fase ascendente no permiten llegar a fin de mes a muchas familias, algunas ahogadas por el pago de las hipotecas y los alquileres. 


“Tener un trabajo no significa que estas personas no sigan siendo vulnerables, ya que los salarios son tan bajos que no les alcanzan”, precisan desde Cáritas. La falta de alquileres sociales o asequibles provoca también otro hecho que es palpable en la zona, como la aparición de los “arrendamientos en infraviviendas, muchas veces compartiendo espacios en situaciones poco salubres”, apuntan.


En la red de pisos de acogida de Cáritas, ocho en total, han recibido a 53 personas el año pasado. “Una oferta que se nos ha quedado muy corta”, explicaron. Asimismo, desde los servicios del centro de día de inclusión social de la entidad para personas sin hogar se prestó atención en 2023 a 633 personas.  Sobre este asunto desde la entidad asistencial de la Iglesia se afirma que hacen faltan más viviendas sociales, si bien no es tan necesario hacerse con obras nuevas, “sino hacer uso de lo que tenemos, sin ir más lejos en Recimil, donde sería posible habilitar viviendas en desuso”, incidieron.


También se refirieron a otras cuestiones como factores de pobreza y vulnerabilidad como puede ser la falta de un servicio de transporte público digno. 

En este caso Marta Pazo recordó que “una persona en situación de pobreza no suele tener un vehículo para desplazarse y desde Ferrol no es fácil trasladarse, por ejemplo, a los polígonos industriales, ya que no hay un transporte público adecuado”, subrayó.

 


Trámites con la administración
 

Desde Cáritas también alertan de las dificultades que tienen muchos migrantes, sobre todo al vivir un momento de mayor receptividad, para legalizar su situación en el país. “Muchos llegan aquí en situación administrativa irregular, dado que la administración ahora mismo no lo pone nada fácil, debido a la gran carga de trabajo que tienen”, aseveró Marta Pazo, quien también añadió que la renovada Ley de Extranjería no ha mejorado por ahora la tensionada situación actual.
Otra cuestión de la que alertan es la aparición de ciertas actitudes contra las diferentes etnias y culturas que se van instalado en la ciudad. 

 

En zonas como el Ensanche empiezan a atisbarse preocupantes comportamientos xenófobos”, afirmó Pazo.

 

 


Financiación
 

También se dio cuenta de la financiación de Cáritas durante el pasado ejercicio. Así, la entidad invirtió un total de 1.597.754 euros de los cuales, más de 1.475.533 (92,35%) fueron a parar a sus programas de acción social.


Además, más de 562.000 euros se destinaron directamente a ayudas económicas destinadas a cubrir las necesidades básicas de las familias, es decir, alimentación y, cada vez más, gastos de vivienda.


Desde la Secretaría General de Cáritas se informó también de que el 40% de sus ingresos proceden de financiación privada, principalmente de las aportaciones de la Iglesia Católica y el 59,9% de las actividades se han desarrollado con financiación pública. En este punto también se agradecieron las aportaciones particulares, que el 2023 procedieron de un total de 1.106 personas, socias o donantes, que colaboran con la entidad social.

 


Caridad
 

Por su parte, el obispo, Fernando García, animó a los ciudadanos a ser parte, a conocer la realidad social y no darle la espalda participando y colaborando, especialmente durante la celebración del Corpus, también llamada fiesta de la caridad. También recordó el lema de este año: “Allí donde nos necesitas”. Además, precisó que lo que desean es “hacer visible la realidad de las personas que, de una manera u otra, un día han pedido el rumbo o el sentido, o no terminan de encontrar esa oportunidad para salir adelante sin recursos”.


García Cadiñanos hizo hincapié en su alocución a esa brecha entre ricos y pobres que es cada vez más manifiesta, resultando más complicado dejar atrás esa situación de pobreza, que genera tantas desigualdades ya que, en muchas ocasiones, “esta pobreza se hereda de padres a hijos, como se heredan los bienes”, aseveró.


El obispo también trasladó “mi gratitud e invitación a tomar parte en las acciones que se van a celebrar con motivo del Día de la Caridad”, cuyos actos arrancan hoy mismo en Vilalba. Fernando García también pidió a esas personas menos afortunadas que no decaigan y no pierdan la esperanza. Asimismo, concluyó recordando que el camino para erradicar la pobreza no debe centrarse solamente en políticas y acciones dirigidas a mejorar los ingresos, erradicarla exige acciones que van más allá de la lógica del mercado, “es necesario poner en el centro de la agenda política estas situaciones de exclusión social para implementar otras acciones orientadas al bien común”. 

 

 

 

 

El acceso a la vivienda, el empleo y la ausencia de transporte público lastran las oportunidades de inclusión de los más pobres en la zona

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