Dentro de todos los posibles deseos que se han podido plasmar en las cartas que tuvieron como destino Laponia o el lejano Oriente, más de uno habrá pedido que llegase un fiel compañero a su vida. Esto, que puede ser bienintencionado, también tiene otra cara.
Y es que los perros o los gatos –animales de compañía más comunes– necesitan de una serie de cuidados y cariño pero, sobre todo, requieren de mucho tiempo. Realmente es tan responsable la adopción como el hecho de querer llevarla a cabo y no hacerlo al saber que el ritmo de vida no es compatible con estos seres.
Así pues, este es uno de los motivos principales que se alegan cuando llegan “devoluciones” a las protectoras. En la Asociación Cometa siguen recordando una que, aunque ahora lo lleven con humor, les marcó. Se trataba de un cachorro que estuvo horas acogido. Volvió porque “hacía sus necesidades dentro de casa”.
Esta cuestión, sin embargo, fue puesta sobre la mesa por parte de la protectora dentro del cuestionario que hacen a cada persona, pareja o familia que busque llevar a uno de sus “peludos” a casa. Son más de 50 preguntas que les ayudan a conocer la realidad del demandante y, por extensión, el tipo de hogar al que irá el perro.
“Hay quien piensa que queremos conocer más sobre su vida privada, pero no es así”, aseveran. Cuestiones como si se tiene casa en propiedad pueden ser esenciales porque “los caseros no siempre aceptan animales y nos topamos con inquilinos que no han tratado este tema antes de venir a la protectora”.
Y es que las voluntarias de esta entidad tienen un trabajo bastante similar al de Cupido. La responsabilidad es enorme. “Todos tienen que venir a ver los perros a nuestras instalaciones, no es un catálogo online”, expone una de sus voluntarias. Dentro de cada canil las situaciones difieren; también las características así como las necesidades.
La afinidad con las familias es esencial y, por eso, los miembros hacen lo posible para que los lazos que se generen en su espacio sean para siempre. Así, la compatibilidad que se forma en estas instalaciones es crucial.
Una parte esencial es saber “que no estamos hablando de peluches. Nuestros animales sienten lo bueno y lo malo, igual que nosotros”. Es por ello que la educación de un dueño es tan importante como la de la propia mascota.
La crianza y el cuidado animal ha cambiado mucho en los últimos años y ahora cada vez son más los cuadrúpedos que viven en las casas. Anteriormente, aún se podían ver estampas de perros encadenados en las puertas de las casas o en los pajares pero “estas no son condiciones para que nadie vida”, comentan las expertas.
Aquellos que usan su tiempo libre –al igual que una parte de su economía– para mejorar la vida de estos fieles compañeros son más numerosas de lo que parecen.
A Cometa, más que conocida en la zona, se le suman otras agrupaciones que nacieron hace menos tiempo pero que, sin duda, son igual de importantes.
Desde Iniciativa Dignidad Canina (Indican) están “completamente de acuerdo” y tienen claro que después de este estilo de procesos de adopción –que, lamentablemente, no siempre son tan estrictos–, si hay una devolución “es culpa de los dueños” ya que “si a los meses vuelve un perro porque es muy activo, porque tira mucho en los paseos, porque de la nada ha surgido una alergia...” se está hablando de una “irresponsabilidad absoluta, puesto que estás tratando a un ser vivo como una cosa más, un objeto”.
Después de que un cánido haya salido del espacio de una protectora y se haya acostumbrado al calor de un hogar, volver no sienta bien. Aún así, y tristemente, hay quien nunca ha conocido una situación mejor que esta, puesto que vienen de situaciones de maltrato, abandono o desatención.
El consumismo navideño se traduce, también, en la adopción y compra de animales, como “si fueran un ente más y no es así. Puedes adoptar en cualquier época el año pero hay que ser especialmente consciente en momentos de compras masivas como la Navidad.”
La ley española reconoce a los animales de compañía como un miembro más del núcleo familiar desde hace poco –2023 en España y desde 2017 en la Comunidad gallega–, lo que les otorga una serie de derechos a estos cuadrúpedos, como el hecho de estar encadenados de manera permanente o en una jaula.
Al respecto de esto, Indican asegura que “nos llegan muchas denuncias, lo que también deja algo positivo que es la implicación social que existe y que está creciendo”. Eso sí, a pesar de que exista una legislación el cumplimiento de la misma no siempre se materaliza. Es más, desde el punto de vista profesional, son conscientes de que estos documentos legales presentan carencias como, por ejemplo, “que se deje fuera a los perros de caza”.
“Es un apoyo esencial para los animales y también para nosotros porque nos aporta una base para exigir obligaciones a los propietarios y derechos para los animales. A pesar de eso lo seguimos teniendo complicado porque hay un desconocimiento por parte de las administraciones”, comentan desde Indican.
“Hace años, casos que ahora denuncia la ciudadanía, no se consideraban maltrato”, comentan, hecho que permite que las asociaciones y protectoras sigan llevando a cabo una labor tan esencial por la vida de estos fieles compañeros.
La realidad, sin embargo, dista en muchos casos de un perfil responsable y consecuente. Tanto los cuestionarios como las entrevistas son una herramienta para poder hacer las mejores combinaciones posibles, pero no son infalibles y, en ocasiones, juegan un papel importante las mentiras. A pesar de los hándicaps y de no tenerlas todas a su favor, hay quien, día tras día, sigue trabajando por ellos.