El mes de junio es, desde el punto de vista de las efemérides, un período íntimamente ligado al mar. El próximo lunes 5 se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, mientras que el 8 se conmemora el de los Océanos y el 25 el de las Gentes del Mar.
Por este motivo y por la gran importancia cultural, patrimonial y económica que tiene la mar en Galicia, Afundación, Obra Social de Abanca, decidió dedicar su actividad este mes al medio ambiente, con una serie de actividades y propuestas centradas en la conservación del entorno natural. Así, el arranque de esta iniciativa tuvo lugar ayer en Ferrol con la instalación de un gran contenedor en el puerto para la recogida de residuos marinos.
Y es que, como explica la entidad, el objetivo detrás de esta idea no es otro que “fomentar la conservación y la sostenibilidad de las actividades socioeconómicas que se realizan en el mar”. De este modo, inspirados por el éxito de una iniciativa similar realizada en Cambados –además de otras actividades de cogida de residuos que también gozaron de una gran aceptación, todas ellas integradas en el Proyecto Plancton–, desde la Obra Social se decidió dotar a los profesionales de un activo del que carecían para poder depositar con seguridad los restos de su actividad.
El contenedor, de cinco metros cúbicos de capacidad, fue “inaugurado” ayer en un acto que contó con la presencia de la coordinadora general de Responsabilidad Social Corporativa e Institucional de Afundación, Pilar Alves Moreno, y del patrón mayor de la Cofradía de Pescadores y Mariscadores de Ferrol, Gustavo Chacartegui. El elemento, de la firma local JRilo, permanecerá instalado hasta finales de año y será vaciado periódicamente “a medida que se vaya llenando”. La idea, de este modo, es que los profesionales puedan depositar, por ejemplo, redes dañadas, neumáticos o artes que no se pueden reparar y que tampoco se pueden tirar con la basura común.
Durante su intervención, el patrón mayor agradeció a la entidad su colaboración, señalando que el pósito “tenía esta cuenta pendiente”, dado que “en el puerto no había ningún punto concreto para dejar este tipo de residuos”. “Teníamos que acumularlos en una esquina, con todos los problemas que esto tenía para la imagen y para los socios”, apuntó Chacartegui, indicando además que incluso no era raro que en días de fuerte viento “alguno saliese volando” y acabase de nuevo en las aguas.
Por otra parte, la sede de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, en Curuxeiras, se prepara ya para su nuevo cambio de imagen.
Tal y como había adelantado el presidente del organismo el pasado mes de diciembre, durante la inauguración del remodelado edifico de la antigua Comandancia Marítima, se trata de una intervención sencilla, orientada por una parte a mejorar la eficiencia energética del inmueble y, por otra, a igualar estéticamente ambos para que luzcan como un único conjunto arquitectónico. De este modo, la sede abandonará su ya emblemático color azul, elegido por los vecinos en 2003, para adoptar un tono blanco roto.