La nueva fachada marítima del puerto de Ferrol está ya un paso más cerca de ser una realidad. Ayer mismo, la Autoridad Portuaria informó de que, en una reunión extraordinaria de su consejo de administración, se aprobó la adjudicación del proyecto de mejora de la movilidad sostenible en la Carretera Baja del Puerto.
Esta iniciativa, que tiene como objetivo incentivar el uso de formas de transporte alternativas y dotar de un mayor espacio para los peatones esta área de la ciudad, está incluida en el convenio firmado el pasado año entre el organismo que preside Francisco Barea y la Axencia Galega de Infraestruturas. Es, por tanto, la tercera y última fase del macro-proyecto de humanización de la fachada marítima de Ferrol –siendo las otras dos otros tantos aparcamientos disuasorios–.
Así, el consejo de administración decidió adjudicar los trabajos a la empresa Civis Global, que de las cuatro ofertas recibidas presentó la mejor puntuada. El presupuesto para esta gran intervención será de cerca de 1,6 millones de euros y tendrá un plazo de ejecución de ocho meses.
En cuanto al proyecto en sí, la Autoridad Portuaria detalló que no se tratará únicamente de construir las mencionadas vías, sino de una reconfiguración completa de la mencionada carretera. Así, a lo largo de los 750 metros que separan el puerto de A Malata se levantará en una única plataforma –para favorecer la accesibilidad– la carretera, que estará rodeada por el lado más cercano al baluarte de San Juan de una senda de cinco metros de ancho con zona ajardinada y, por el opuesto, un carril bici bidireccional que dará continuidad al ya existente hasta el inicio de la vía, al final de la FE-15.
Este nuevo espacio será posible gracias al retranqueo de aproximadamente dos metros del cierre actual del puerto, que permitirá a la ciudadanía contar con una mayor área de esparcimiento. Asimismo, la carretera tendrá con dos pasos de peatones, uno a cada extremo.