Las movilizaciones anunciadas por la industria auxiliar el pasado viernes han entrado en una fase de enfriamiento tras el encuentro mantenido el miércoles por la parte social y la dirección de los astilleros de la ría, en el que la empresa pública se comprometió a redoblar los esfuerzos por velar por el cumplimiento de la normativa.
Las comisiones de auxiliares de los comités de empresa de Navantia Fene y Ferrol y las federaciones de los sindicatos con representación en las factorías destacaron el “ánimo de colaboración” entre las partes y la voluntad de “xuntarnos cantas veces sexa preciso” para evitar la conflictividad, y eso pasa, reiteran los representantes de las contratas, por que todas las empresas que desarrollan su actividad en los astilleros cumplan “como mínimo co convenio siderometalúrxico da Coruña ou asimilen os salarios do seu persoal ás táboas deste”. Es decir, las firmas del metal deben aplicar este acuerdo; las que no sean del metal, el plus de Navantia.
Aunque la empresa insistió en que estará más vigilante en el cumplimiento de la ley, según explica la parte social en un comunicado, los portavoces de la industria auxiliar creen que es una medida “insuficiente” porque “ese cumprimento da lei pode ser obxecto de moitas e moi variadas interpretacións”.
Los sindicatos insisten en que todos los trabajadores que prestan sus servicios en los astilleros públicos “independentemente de que o faga para obra nova, reparacións ou eólica mariña, teñen que facelo nas mesmas condicións” para evitar “discriminacións” entre operarios y compañías. “Non se pode permitir que haxa traballadores que carezan de vacacións e que cobren moito menos que outros que fan o mesmo traballo, nin empresas que, aplicando o convenio siderometalúrxico, teñan boa parte do seu persoal encadrado en categorías profesionais moi por baixo da súa cualificación e do traballo que desenvolven”, señalan.
Esta “precariedade”, añaden, “leva a que as empresas da comarca teñan problemas para atopar man de obra, perdendo as licitacións en favor de firmas foráneas que traen o seu persoal en condicións lamentables, co conseguinte deterioro das relacións laborais e da seguridade dentro dos estaleiros”.
Con todo, la parte social reafirma su disposición “total a dialogar, pero se non vemos avances nun tempo razoable, non imos fuxir do conflito”.
La segunda jornada de la reunión en Madrid del comité intercentros y la comisión negociadora del convenio de Navantia que tuvo lugar ayer se saldó, en opinión de la parte social, sin avances reseñables, sobre todo, explicaron, por la falta de concreción. Este encuentro contó con la presencia del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, que expuso a grandes rasgos los retos que el sector y la empresa tienen por delante y la disposición a negociarlos con los sindicatos aunque, recordó, no hay obligación de hacerlo.
Para los comités, este es un punto relevante, puesto que los aspectos que recoge –nuevas incorporaciones, reparto de la carga de trabajo e inversiones– son “fundamentais” para las factorías de la ría, explicaba ayer Marcelo Amado (CIG), miembro de la comisión negociadora del convenio. Sí se comenzaron las conversaciones sobre las masas salariales y los grupos profesionales 1 y 2, es decir, de los técnicos superiores.
Este lunes, los comités analizarán el contenido con detenimiento y el martes se lo trasladarán a las plantillas en una asamblea general.