Vecinos del barrio de Ultramar denunciaron esta semana por las redes un nuevo episodio de acumulación de basura en un edificio abandonado de la calle Sánchez Calviño.

El inmueble, situado en el número 11 del mencionado vial, fue clausurado hace años tras cerrar el bar situado en la planta baja –el resto de pisos no se habían finalizado–, colocándose unos pilares de refuerzo y un vallado en la fachada. Sin embargo, desde 2022 una persona sin hogar comenzó a emplear dicho hueco para dormir y guardar desperdicios, hasta el punto de bloquear completamente el espacio. Así, el fuerte olor y el riesgo para la salud pública que suponía este cúmulo obligó al Concello, a comienzos de 2023 –concretamente en el mes de febrero–, a realizar una intervención de urgencia, retirando durante varios días la basura y reforzando el cierre con nuevas rejas y planchas de madera.

De este modo, tras más de un año sin incidencias, los residentes del barrio descubrieron que alguien vuelve a emplear dicho punto como su vertedero particular. Esta persona o personas parecen haber roto el remate de un lateral, dejando en su interior un carrito de bebé y otro de la compra rotos, así como cajones y cobertores de lámparas. En este sentido, la cantidad de desperdicios es inferior a la anterior, pero desde el departamento de Servizos del Concello se inspeccionará el área para comprobar el alcance de la situación.