Si el martes fue Cáritas quien dio a conocer los datos de su memoria anual ayer fue la Cocina Económica de Ferrol la que informó de sus cuentas y actividades. Así, desde la entidad social apuntan que “tras unos años que se han visto marcados por recibir importantes ingresos procedentes de distintas herencias y legados, el año 2023 se ha caracterizado por una ausencia, tanto de ingresos extraordinarios como de inversiones y obras destacables”, apuntan. Explican desde la entidad que la falta de este tipo de aportaciones extraordinarias sirve, no obstante, para hacerse una idea del “balance real entre los gastos e ingresos, a lo que se suma una estabilización del número de usuarios, que se sitúa en torno al 80% de ocupación”, como precisan desde la institución social.
Así, precisan que en un escenario como el narrado, “donde los importantes aumentos en los costes (víveres, catering o personal) junto al estancamiento de los ingresos regulares, han provocado un déficit de 85.340,93 euros a la entidad.
Además, sostiene que este “estancamiento actual” se corresponde con la “pérdida de socios”, algo que en los últimos meses ya se ha empezado a traducir en una pérdida por ingresos en cuotas, no llegando por tanto las nuevas aportaciones a compensar las numerosas bajas que se han ido produciendo, como apuntan.
Analizando los datos que aporta la entidad, 2023 ha experimentado un bajón en la cuenta de ingresos de la institución social, si bien es cierto que compararlo con el ejercicio anterior es un poco irreal, dado que 2022 fue uno de los mejores ejercicios de los últimos años. Así las cosas, desde 2018 los ingresos de la entidad han mantenido una línea fluctuante, pero de ascensos mayoritariamente. En ese año los ingresos alcanzaron los 158.454 euros, en 2029 hubo una ligera caída hasta los 155.498, en 2020 la cifra de ingresos siguió cayendo hasta los 155.026; en 2021, en cambio, el ascenso fue significativo, hasta situarse en 161.672 euros; en 2022 el capital entrante mantuvo la línea ascendente hasta los 165.142 euros. En 2023, en cambio, la cifra ha vuelto a bajar hasta los 162.309 euros.
Desde la institución califican la situación actual de “especialmente grave, pese a que puede pasar inadvertida gracias a nuestras saneadas cuentas que nos ofrecen cierto margen, pero que marca una tendencia que en poco tiempo nos obligará, sin duda, a reducir servicios”.
En cuanto a las inversiones que no pudieron ejecutarse los años anteriores y que afectan a la renovación de la cocina, cubiertas posteriores e instalación de servicios y suministros, aseguran que confían “en poder efectuarlas durante el presente año, procurando llevar a cabo la mayor parte de ellas durante el mes de julio, evitando así producir perjuicios en la atención a nuestros usuarios”, explican desde la Dirección de la institución social