Según muchas definiciones que transitan por la red internauta, y aunque no están respaldadas por la Real Academia Española (RAE), se narra que en el pasado se denominaba “carajo” a una pequeña canastilla que se encontraba en lo alto del palo mayor de los buques antiguos. El “carajo”, dada su peligrosa ubicación en la zona alta del mástil, era un lugar muy poco seguro, ya que en él padecían los violentos “pantocazos” y las grandes cabezadas y balances de los buques.
Por ello, cuenta la leyenda, que cuando algún miembro de la dotación cometía alguna falta grave, era conducido al “carajo” como muestra de castigo. Y una vez que el castigado había purgado sus pecados, descendía de la plataforma, y en esos momentos solía estar tan mareado que era incapaz de realizar ningún trabajo. Y de ahí podría nacer el motivo por el que cual a veces se utiliza la expresión “no vales un carajo”.
Por lo tanto, si aceptamos la definición mencionada de carajo como verídica, a pesar de las reticencias de algunos estudiosos e historiadores, podría quedar demostrado que la ubicación de la canastilla (que nosotros denominamos cofa) se encontraba en lo alto del palo mayor.
Para ir finalizando con las acepciones coloquiales, se podría destacar otra de algunos marinos mercantes españoles. Según ellos, allá por los años sesenta, cuando surcaban mares y océanos, se denominaba “carajo a la vela” a la medusa conocida como la “carabela portuguesa”, que abunda mucho en las aguas atlánticas desde Portugal a Irlanda. Este tipo de medusas son muy peligrosas, incluso a veces con efectos mortales, y su forma de desplazarse sobre la superficie del agua, hinchándose de aire, hace que sean arrastradas por vientos y corrientes.
Como ya se ha mencionado al principio del artículo, la RAE, entre sus numerosos significados del término carajo, no recoge el de canastilla. Por el contrario, entre los sí incluidos se podrían destacar aquellos que expresan situaciones de disgusto, rechazo, sorpresa o asombro, como por ejemplo la expresión de, “eso está más malo que el carajo”.
Se debe destacar que la RAE, a través de su departamento de “Español al día”, ha indicado que en el diccionario académico la voz de “carajo” nunca ha tenido el significado de puesto de vigía (cofa) desde que fue incluida en 1983. No obstante, la RAE también ha reconocido, tal como se indica en el diccionario, que se trata de una palabra de origen dudoso, ya que por ejemplo en el “Diccionario Náutico Abreviado” de Rubén Poncio de 1991, creado por palabras náuticas corrientes de Argentina, aparece la palabra carajo como sinónimo de cofa. E incluso también aparece en el “Diccionario del Español Actual”, de 1999, de Manuel Seco Reymundo (fallecido en 2021), lexicógrafo, filólogo, lingüista español, y exmiembro de la RAE. Seco, quien también tuvo cargos en otros países como Colombia y Bolivia, recogió en su diccionario la palabra carajo con el significado de plataforma colocada en la parte alta de un palo de un barco de vela, es decir, con el significado de puesto de vigía en la cofa.
Se debe indicar que en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, el más longevo de la Armada, la tripulación denomina a las mesetas altas “cofas”. Sin embargo, reserva el término de “carajo” para referirse al punto más alto del buque, alojado en el palo trinquete, y situado a 51 metros de altura. Se trata de una ubicación importante porque representa el punto donde se hacen firmes los estays (los cabos que sujetan la cabeza del mástil). Pero en honor a la verdad, se debe indicar que en el libro de maniobra del barco ese punto tampoco aparece así denominado, aunque la tripulación sí lo utiliza con la denominación de carajo.
En nuestro país se conoce a esta plataforma asociada al término “cofa”, por lo que con todo lo comentado hasta ahora, es muy discutible saber si el significado de canastilla, plataforma o meseta es acertado cuando se asocia al término carajo.
En cualquier caso, también queda demostrado que existen diversos documentos que defienden esta teoría, aunque obviamente falte el principal, el de la RAE.
*Raúl Villa Caro es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada, capitán de marina mercante y secretario de la Fundación Exponav