Sobre un centenar y medio de personas, entre usuarios, trabajadores, familiares y representantes sindicales del Centro de Atención a personas con discapacidad física (CAMF) de Ferrol se concentraron este mediodía a las puertas de las instalaciones para denunciar la crítica situación que atraviesa este servicio. Ya desde hace años, los propios empleados del CAMF han alertado de que no cuentan con medios materiales y humanos suficientes para desempeñar su labor con efectividad; una situación que, no obstante, ha empeorado más si cabe en los últimos meses.
La protesta arrancó poco después de las 12.15 horas con numerosos usuarios al frente –de hecho fue la Junta de Participación, en colaboración con el comité de empresa y la asociación Acamfe, quien la convocó–. Fue una concentración pacífica, casi animada, pese a una ligera presencia policial.
Así, desde el colectivo se critica que las condiciones laborales de la plantilla, sumada a la dificultad para acceder a estas plazas, han hecho prácticamente inviable el normal funcionamiento de este centro dependiente del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). De hecho, a comienzos de año la propia Dirección de las instalaciones admitió por medio de un comunicado interno que el modelo de bolsa de trabajo adoptado en los últimos tiempos no estaba funcionando, hasta el punto de que las ofertas no eran competitivas respecto a las del Sergas o del sector privado, lo que había dejado vacía dicha reserva de empleados.
Tal y como señala la Junta de Participación, por el momento se ha adoptado la solución temporal de traslado de algunos pacientes a otro centro durante el día –concretamente al de Guísamo–, algo que los usuarios critican duramente al considerarlo un desperdicio de recursos frente a la propuesta de mejorar las condiciones laborales.
“Llevamos un mes sin enfermeras en el turno de noche y por el día solamente hay una o dos”, denuncia Roberto Alonso, secretario de esta entidad, adelantando que la medida adoptada tendrá, en un principio, una duración de un mes. En este sentido, Alonso duda de que se cumpla este cronograma, dado que “solo son seis efectivos y no da para hacer los turnos”. Por su parte, la presidenta de la Junta, Tania Tirado, matiza que dicha cifra se reduciría hasta los cinco trabajadores, dado que uno de ellos es liberado sindical.
Como ya se señaló, la presidenta y el secretario insisten en que las ofertas del Imserso “no son atractivas” porque “aquí se cobra muchísimo menos que en el Sergas o en las residencias de ancianos de la Xunta”. “La gente no quiere venir, llevamos seis meses con ofertas al SEPE (...) pero nadie quiere venir porque nadie tiene la plaza”, explica Alonso, en referencia al sistema de bolsa de empleo temporal.
“La falta de enfermeras y cuidadoras también nos afecta mucho porque, por ejemplo, los días de semana hay de cinco a siete trabajadoras por planta por la mañana y tienen que ir en parejas y eso implica que muchos de los usuarios que son de levantar a primera hora no se pueden levantar y dejan de realizar sus actividades diarias”, lamenta la presidenta de la Junta.