La Fiesta del Grumete, iniciativa promovida por la Autoridad Portuaria en colaboración con la Cofradía de Pescadores de Ferrol, despidió ayer su primera edición con un balance más que positivo. A lo largo de tres días, pequeños y mayores de Ferrol pudieron disfrutar en el muelle de Curuxeiras de una propuesta claramente orientada a un público familiar y que, dada su gran aceptación –especialmente teniendo en cuenta que “compite” con otras importantes citas como las carrilanas de San Mamede–, ya se perfila como la nueva cita anual de la ciudad naval.
Así, el patrón mayor del pósito ferrolano, Gustavo Chacartegui, señaló que esta primera edición estuvo “muy bien”, aun no alcanzando los niveles de la Fiesta del Marisco de la Semana Santa. “Pusimos menos mesas, pero a la hora de comer y cenar estuvieron siempre llenas”, afirmó el responsable de la Cofradía, reiterando que el objetivo es “mejorar” la propuesta de cara a 2024. “Esta es una fiesta diferente, una fiesta para los niños en la que los padres aprovechamos para pegarnos el homenaje con el marisco”, por lo que el margen para perfeccionar la iniciativa es mayor.
Uno de los ejemplos que pone Chacartegui respecto a esto es la exhibición de la Unidad de Perros del Tercio Norte, que al haberse programado para la mañana de ayer en lugar de por la tarde, tuvo menos afluencia de la que se esperaba –al menos inicialmente, dado que pronto atrajo decenas de curiosos–. “Son cosas que hay que pulir”, admite.
Otro de los problemas que se esperan evitar de cara al año que viene –además de contar con una ayuda económica municipal, que en esta ocasión no se pudo obtener por el cambio de gobierno– es la “pérdida de tiempo” a la hora de contratar las actividades y elementos para el puerto. Y es que, al estar en un limbo durante semanas hasta tener luz verde, muchas propuestas que tenían sobre la mesa finalmente no se pudieron implementar.
No obstante, donde no ha habido ninguna clase de queja, apuntó el patrón mayor, ha sido en la colaboración. Tanto a nivel administrativo como vecinal, pasando por la propia Policía Portuaria, que estuvo controlando el entorno en todo momento, Chacartegui no tiene más que buenas palabras y un gran agradecimiento.
En cuanto al marisco consumido, una vez más salvando las distancias con el festejo de la Semana Santa, el responsable del pósito ferrolano también se mostró ampliamente satisfecho. En total, la Cofradía adquirió sobre 200 kilogramos de percebes y unos 300 de navajas, de los cuales se dio salida a todos gracias a las generosas raciones servidas.
“Hay gente que te venía de Madrid y no daba crédito a la cantidad de percebes que podía comer por 40 euros”, aseveró. Y no es de extrañar, dado que, como señaló el responsable del pósito, el objetivo de esta celebración sigue siendo la puesta en valor de los productos locales, por lo que incentivar el turismo mediante precios populares entra dentro de los planes de la entidad.