El enorme éxito de participación cosechado en la segunda edición del Ferrol Verán Festival, celebrado ayer domingo en el muelle de Curuxeiras, trajo consigo consecuencias inesperadas y no precisamente agradables. Hoy mismo, la Cofradía de Pescadores y Mariscadores de Ferrol denunció destrozos y episodios de conductas incívicas en su espacio de aparcamiento, cedido para la ocasión debido a la falta de plazas de estacionamiento en la ciudad naval.
Así, mientras la legendaria banda californiana Black Eyed Peas ofrecía a los ferrolanos su ya clásico repertorio, numerosos jóvenes invadían el espacio antes mencionado, un hecho del que se ha hecho eco el patrón mayor del pósito, Gustavo Chacartegui. En este sentido, el responsable de la Cofradía adelantó que se está preparando un escrito con los incidentes que será remitido a la Autoridad Portuaria, señalando que, si bien se sigue valorando la tónica de colaboración entre ambos organismos, algunos empleados de la misma no cumplieron con su cometido el fin de semana.
“A mi me pidió el Puerto dejar acceso para los aparcamientos que tenemos aquí en concesión, porque los hosteleros quieren levantar el puerto y yo soy de aquí de toda la vida y me gusta que esto vaya para arriba”, señaló Chacartegui, explicando que él accedió a la petición a cambio de que se vigilase la zona. En este sentido, el patrón mayor incidió en que esta situación no es nueva y que, desde que permitieron el acceso los fines de semana, estos episodios continúan sucediendo y al final tiene que estar él atento de que no se organicen “botellones” en el área.
Este domingo, no obstante, la cosa fue a mayores, con grupos de personas supuestamente subidos en los remolques de los vehículos de los socios de la Cofradía, que resultaron dañados. Asimismo, al haberse instalado una lona para que no se viese el concierto desde fuera del recinto, una zona del aparcamiento quedó relativamente oculta, un hecho que aprovecharon los vándalos para convertirla en un improvisado retrete. De este modo, a los destrozos registrados se sumaron orines y heces, que se encontraron los pescadores y mariscadores a primera hora de la mañana.
Y es que, aun habiendo desalojado el aparcamiento en una ocasión, el volumen de personas era tal que a los pocos minutos volvía a estar tomado por jóvenes de fiesta. Así, ante esta coyuntura, el pósito ferrolano ha tomado la determinación de solicitar a la Autoridad Portuaria que se revoque el permiso de acceso, de modo que el espacio vuelva a estar cerrado, al menos a los vehículos, durante los fines de semana.