La situación laboral en el CAPD Souto de Leixa es cada vez más crítica. Ayer mismo, sobre medio centenar de personas, entre miembros del comité de empresa, militantes de los sindicatos CCOO, CIG y UGT y representantes del BNG local y comarcal, se concentraron a las puertas de las instalaciones para exigir a la dirección la readmisión de los últimos trabajadores despedidos: en esta ocasión, los tres conserjes del centro.

Tal y como manifestó durante la protesta Fernando Lorenzo, uno de los empleados cesados y, hasta ahora, jefe de personal, la empresa justificó esta decisión alegando “a amortización dos postos de traballo”, algo que considera que “non é certo”, dado que “as funcións que nós realizábamos non están feitas por outro empregado similar, senón que o teñen que facer o resto dos traballadores”. “Isto está claro que é un despedimento disciplinario, porque esixiamos melloras tanto nas condicións de traballo, como na atención aos usuarios”, lamenta Lorenzo, criticando que la solución de la empresa no es otra que “botarnos fóra”.

Por su parte, la presidenta del comité de empresa, Elena Díaz (CIG), explicó que estos tres despidos se sumaban a los otros dos que tuvieron a comienzos de año y que ya están “en mans do Xulgado”. “Estamos aquí loitando por que se readmitan, porque estes postos de traballo si que fan falla aquí, porque puxeron un sistema de cámaras, pero si que son necesarios, porque non só facían apertura de portas”, reivindicó Díaz.

Por otro lado, la cuidadora y portavoz de CCOO en el comité, Begoña Souto, señaló que las otras dos empleadas despedidas fueron cesadas bajo la premisa de que habían “agredido” a usuarios, algo que la representante rechaza de pleno, explicando que esto no se hace nunca, pero que en ocasiones deben ser “firmes” con algunos usuarios para que se calmen cuando están en un alto estado de “agitación”. “Con estas rapazas o que intentaron é intimidarnos e isto vai a máis”, lamentó.

Por último, Pepe Dopico, portavoz de UGT en el organismo de representación, aseguró que la parte social ve “un claro fío condutor” en estas decisiones, que califica de “represalias contra os traballadores que nos queixamos polo estado do centro”. “Queremos mostrar o noso desacordo (...) e esperamos que se tome a readmisión dos compañeiros o máis inmediatamente posible”, reivindicó.

De igual modo, desde el comité se emitió un comunicado en el que se volvía a denunciar los supuestos intentos por parte de la Gerencia de “controlar o que se escribe no libro de incidencias”, aseverando que incluso se ha prohibido que algunos empleados puedan escribir acontecimientos en él. l