El comité de empresa de Urbaser Ferrol, compañía encargada de prestar el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos, exigió ayer al gobierno local la aplicación de su convenio colectivo, el cual nunca llegó a entrar en vigor. Tal y como explicó la parte social, el problema surge del hecho de que el actual contrato del servicio finalizó en enero de 2015, siendo prorrogado de forma indefinida hasta el día de hoy.
De esta forma, el convenio que debería aplicarse tiene vigencia entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2022, pero se encuentra supeditado a la adjudicación de un nuevo contrato. Al no haberse licitado desde 2015, prorrogándose ya durante dos mandatos, dicho convenio, pese a estar firmado, nunca llegó a aplicarse y, con ello, los trabajadores no han podido disfrutar, por ejemplo, de los incrementos salariales pactados en su momento. Esta situación se agrava más teniendo en cuenta, como apunta la parte social, que el colectivo debe negociar ahora un nuevo acuerdo sin que ninguna de las mejoras laborales del anterior se llegasen a materializar.
Es por ello que, desde el comité de empresa, se insta al Concello a aplicar dicho convenio, aseverando que, de no hacerlo, los trabajadores se verán “en la obligación de ejercer [sus] derechos con las reivindicaciones que sean necesarias”.
Asimismo, la parte social incidió en que, al haberse limitado a prorrogar el contrato antiguo los diferentes gobiernos, el trabajo no se ha regularizado “con nueva maquinaria” ni se ha adaptado “al nuevo marco normativo”. “Esto conlleva que actualmente se preste (...) un servicio con maquinaria con más de 20 años de antigüedad, que va en detrimento de las condiciones laborales de los trabajadores y por ende de la imagen de ciudad que Ferrol se merece”, censuró el comité de empresa.