El pasado 18 de noviembre, el alcalde, José Manuel Rey, acompañado de los concejales que componen el grupo de gobierno, presentó los presupuestos municipales de 2025. Entre las inversiones detalladas en aquel momento, destacaba la mejora en la accesibilidad en varios bloques de viviendas de la unidad vecinal 5 del barrio de Caranza –que afecta las calles Sao Paulo, Padre Feijóo y Armada Española–.
Así, este conjunto de intervenciones será el primero en salir adelante con la aprobación ayer del proyecto de ejecución por parte de la Xunta de Goberno Local. “Unhas 418 vivendas vanse ver beneficiadas desta actuación, e máis concretamente os bloques 20, 24, 25 e 27”, explicó Rey Varela, incidiendo en que no será la única intervención relativa a la accesibilidad, sino “a primeira”, avanzando que se detallarían las seguintes “nos próximos meses”. “Habilitaranse itinerarios accesibles, actuarase parcialmente nos percorridos peonís existentes mediante ramplas e plataformas que permitan acceder aos portais e, así, eliminar as barreiras arquitectónicas”, afirmó.
En este sentido, el alcalde ferrolano detalló que el objetivo de este proyecto es “resolver” unos accesos a los inmuebles que presentan serias deficiencias, tanto por su uso continuo con el paso del tiempo, como por “diversos factores”, como su configuración o distinto nivel de altura respecto a las aceras.
Tras la presentación del acuerdo por parte del regidor, desde el Concello se detallaron algunas de las actuaciones contempladas en la iniciativa, presupuestadas en 88.759 euros.
Por un lado, se va a elevar la cota de la acera frente a los portales –a una altura variable según la entrada, pero que podría alcanzar los 16 centímetros–, lo que permitirá generar “unha superficie con radio de xiro para unha cadeira de rodas”. No obstante, en algunos casos también se desarrollará una rampa, individual o doble, si esta coincide con el final de un itinerario accesible o si es de paso hacia otros portalones. Asimismo, se instalará una barandilla en aquellas entradas con un desnivel mayor de 50 centímetros y también se plantea una segunda, independientemente de la altura, frente a todos los portales en los que se actuará.
Por otro lado, pensando en aquellos vecinos con discapacidad visual, se colocarán “elementos pododáctiles” para alertar a los usuarios de cambios de inclinación. Así, se instalarán bandas a una distancia mínima de 60 centímetros antes de las rampas. Estas indicaciones serán o bien baldosas específicas o puntos podotáctiles fijados al pavimento con medios mecánicos o con adhesivo de alta resistencia.
Otro de los aspectos que contempla el proyecto es la creación de plazas de aparcamiento adaptadas a persona con movilidad reducida. A este respecto, el estudio previo reveló una ratio de 3,5 estacionamientos por bloque, de modo que se buscará dotar como mínimo un espacio por cada párking de la unidad vecinal.