El mal estado, en la época de lluvias, de espacios al aire libre que se utilizan como aparcamiento como el Sánchez Aguilera o, de manera informal, la zona verde del Cuadro de Esteiro (alrededor del edificio 1008) es continuo motivo de queja vecinal en la ciudad. El gobierno local trabaja en darle una solución definitiva, de modo que no se necesite acondicionar el firme cada pocas semanas. El alcalde, José Manuel Rey, tras la comparecencia posterior a la Xunta de Gobierno, aclaró que, al margen de actuaciones provisionales, desde los departamentos de Obras y de Urbanismo se está trabajando en una respuesta a largo plazo.
“Entre os nosos compromisos de mandato están os aparcadoiros disuasorios”, comentó. “Lamento que todas as actuacións que se fixeron, algunhas delas que se dicía que ían ser as últimas, non deran ningún resultado. Non podemos solucionar en meses os temas que non se solucionaron en anos. Fan falla proxectos e, por moi áxiles que sexamos, o que podo dicir neste momento é que estamos traballando nunha solución definitiva”.
El Sánchez Aguilera cargaba hasta ahora con el impedimento de no ser de propiedad municipal, lo que limitaba el tipo de obra que se podía realizar. Con la firma del convenio de Defensa y el cambio de titularidad, se abre la puerta a que se defina el espacio y se plantee la adecuación de un aparcamiento disuasorio en condiciones, pavimentado y con plazas delimitadas, como sucede con el de Canido –que, en cambio, está deteriorado en sus márgenes verdes porque se usan también para estacionar–. Este gran terreno tiene áreas valladas por un cordón policial entre hoy y el día 18 de este mes.
Otra gran bolsa de aparcamiento –informal, puesto que no está establecida como tal– se ubica en el Cuadro de Esteiro. Los vehículos se dejan en una parcela que se corresponde en el planeamiento con zona verde, en torno al edificio 1008. También tiene suelo de tierra y se abren enormes boquetes.
El anterior gobierno local tenía un plan de recuperación de esta zona, en la que primaban los espacios verdes, teniendo como referente la puerta del viejo astillero. En abril del año pasado se presentaba el proyecto de ejecución y se planteaba un presupuesto de un millón de euros para convertir el espacio en una zona de esparcimiento para la ciudadanía.
Además, el proyecto “Abrir Ferrol al Mar” que presentó el ejecutivo local recientemente, contempla zonas para aparcamientos alternativos en superficie que, aunque no están especificadas, se ubicarían en el centro, en Esteiro (200 plazas) y en Caranza (100).