Numerosos vecinos del barrio de Ferrol Vello se despertaron sorprendidos esta madrugada a causa de un fuerte estruendo. Se trataba del edificio en ruinas que se sitúa en el número 3 de la calle Murillo –que a su vez conecta con Río Novo–, que colapsó por causas que de momento se siguen investigando.
Tal y como detallaron fuentes municipales, el incidente tuvo lugar sobre las 05.20 horas y, afortunadamente, no se registraron heridos. El inmueble, explicó el Concello, se encontraba en pleno proceso de renovación integral y sus nuevos propietarios contaban con todos los permisos y licencias, por lo que se estima que los trabajos de limpieza del interior podrían haber acelerado el proceso de degradación y posterior derrumbe.
En cualquier caso, se trata de una edificación que presentaba un avanzado estado de deterioro tras años de abandono y que ya en agosto del pasado 2023 requirió la intervención de los bomberos de Ferrol a causa de un incendio en su interior –provocado accidentalmente por dos personas sin techo que moraban en él–. El colapso, no obstante, fue diferente de los registrados en enero de 2023 y febrero de este mismo año en el barrio de Esteiro, en tanto a que la estructura no se precipitó contra la calle. Esto no quiere decir, sin embargo, que no afectase a la vía pública, como demuestran numerosos cascotes y bloques de piedra cerca de la entrada del inmueble.
Respecto a este incidente, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Ferrol Vello, María José Peniza, detalló que, tras el derrumbe, las casas de los alrededores acabaron cubiertas de polvo y que parece que el edificio contiguo podría haber sido afectado por el colapso. “Creo que tendrían que haber tomado alguna otra clase de medida para un inmueble en estas condiciones”, apuntó, explicando que toda la estructura que componía el primer piso se desplomó, quedando solo en pie la planta baja.
“Visto desde la calle Murillo, con todo tirado, cerrado; con el fondo de casas que no tienen nada más que las vigas, en ruinas... es una miseria”, lamentó la representante de los residentes de Ferrol Vello. En este sentido, Peniza señala a que, si bien es cierto que “se están haciendo muchas cosas” en el barrio y rehabilitando viviendas, “lo que hay viejo cada vez es más viejo”, por lo que el número de edificios vallados y clausurados sigue aumentando. “Mucho Plan Rexurbe y mucho cartel, pero nosotros no vemos avances”, denunció, incidiendo en que el gobierno local debe tomar medidas más drásticas –poniendo como ejemplo el edificio del antiguo bar Covas, donde el Concello actuó de forma subsidiaria para asegurar la estructura–.
“O eso, o se expropia, pero lo que no se puede es tener el barrio así”, sentenció, apuntando que ya no se trata solo de una cuestión de imagen, estando ahí el comienzo del Camiño Inglés, sino también por la seguridad de los propios vecinos.