Un trabajador del servicio de Parques y Jardines de Ferrol recibió a comienzos de semana un disparo en el brazo cuando se encontraba con su cuadrilla realizando labores de mantenimiento de zonas verdes en el barrio de Caranza. Tal y como señaló ayer el portavoz del colectivo, Sindo Pena (UGT), el escabroso incidente tuvo lugar poco después del mediodía del pasado lunes, sobre las 13.30 horas, en el área ajardinada cercana a la Clínica Gaiás, en la calle do Mourel.
El operario, que en el momento del atentado se encontraba sentado, notó de repente un fuerte impacto, seguido de un intenso dolor, en el antebrazo, que tenía flexionado sobre el pecho. Pensando que se trataba de una roca que había salido disparada de la maquinaria, el trabajador se dirigió a su mutua, donde, tras realizar una radiografía, descubrieron que en realidad se trataba de un proyectil sólido de plomo de seis milímetros de calibre.
Así, desde el centro de seguridad laboral se le derivó directamente al centro hospitalario del barrio donde, mediante cirugía, se le extrajo la bala, que había penetrado diez centímetros en la extremidad del hombre. Asimismo, la parte social de este servicio señaló que, una vez dado de alta, el empleado –y, por otra parte, la propia mutua– presentó la pertinente denuncia ante la Policía Nacional, que se encuentra investigando la agresión. El trabajador, aclaró Pena, evoluciona favorablemente.
No obstante, desde el colectivo se ha criticado la falta de condena pública por parte del Concello ante este suceso, censurando que no se comunicase a los grupos de la oposición. Sin embargo, desde el gobierno local aclaran que la edil responsable del área, Ana Lamas, desde que se supo del incidente estuvo realizando un continuo seguimiento del estado de salud del trabajador mediante el Jefe de Servicio, con quién estuvo en constante contacto.