Con una inversión global de 355 millones de euros y la creación de unos 1.190 puestos de trabajo –150 de ellos directos, 400 indirectos y 636 inducidos–, la empresa Ence pretende poner en marcha en el municipio de As Pontes una bioplanta complementaria a la de Pontevedra, para la recuperación, desarrollo y producción de nuevos materiales.
El proyecto fue presentado ayer al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y al conselleiro de Industria, Francisco Conde, en una reunión mantenida con el Consllo de Administración de Ence.
Con esta fábrica, la empresa entraría en el sector de recuperación de papel, en lo que apunta sería una “aposta estratéxica pola bioeconomía circular”.
La planta se encargaría del desarrollo de nuevos biomateriales a partir de fibra recuperada y de la celulosa que se produce en Pontevedra. De todos modos, el objetivo es “completar o círculo” en Galicia, que supondrá “fabricar un produto que teña como orixe e destino o noroeste de España e que se comercialice prioritariamente en Galicia”.
Sería un centro de trabajo independiente de la celulosa pontevedresa y cuyo lanzamiento, incluida la ingeniería y la obtención de los permisos, duraría entre tres y cinco años, hasta su puesta en marcha.
Las fibras naturales que fabricará esta bioplanta serán obtenidas en un 80% del papel y cartón recuperado, en un proceso “respetuoso con el medioambiente”, tal y como informan desde Ence, y el material se blanqueará con un innovador proceso “ecoeficiente y libre de cloro”.
El 80% de la planta está focalizado en la producción de pasta reciclada blanqueada, y el 20% restante se va a dedicar a la producción de papel para productos higiénicos y rollos de papel recuperado.
La empresa explicó que el proceso que se llevará a cabo es sostenible de principio a fin, ya que está basado en la reutilización y en la minimización del uso de recursos naturales. El agua que se empleará en la planta podrá ser reutilizada y se emplearán técnicas que lograrán que la pequeña cantidad de agua que se estima devolver a la naturaleza tenga la máxima calidad ambiental “máis pura que cando foi captada”.
Además, la propia planta generará toda la energía térmica y eléctrica que requiere el proceso, por medio de subproductos agroforestales certificados de forma pionera bajo el esquema europeo SURE para biomasa, lo que permitirá su autosuficiencia energética. El excedente de esta energía proveerá a la red eléctrica y se destinará a cubrir el consumo local de empresas y habitantes de la comarca.
Entre otras características, se explica que la producción de papel será exenta de carbono y no se utilizarán combustibles fósiles.
El vicepresidente económico, Francisco Conde, manifestó que con esta planta “complétase a cadea de valor e pecha o ciclo da madeira en Galicia” al ser complementaria de la fábrica de Pontevedra. Además, destacó que se trata de una iniciativa independiente de la de Lourizán que demuestra el compromiso de la firma Ence con “o binomio industria-sustentabilidade”, por lo que mostró la colaboración de la administración autonómica para “acompañar á empresa nas súas necesidades á hora de avaliar a viabilidade técnica, ambiental, financieira e económica deste novo proxecto”.
En este sentido, el ejecutivo autonómico anunció que evaluará el proyecto para ver si se puede integrar en el Fondo de Transición Xusta y mostró su confianza en que pueda contar con los fondos europeos, como las ayudas a los Pertes de economía circular y de energías renovables.