El obispo de la Diócesis de Mondoñedo Ferrol, Fernando García Cadiñanos compareció ayer en Ferrol para animar a la ciudadanía a tener presente a la Iglesia y sus múltiples fines sociales cuando realicen la declaración de la  Renta de este año, cuya campaña arranca hoy mismo. García Cadiñanos estuvo acompañado de la secretaria general de Cáritas Diocesana, Marta Pazo y dos voluntarias (Gelis López y Luisa Martín) del programa de refuerzo educativo que desarrolla con éxito la institución social en su área de influencia, con siete centros de apoyo sólo en Ferrol. Este es uno de tantos programas que no podrían desarrollarse si no fuera por esos fondos que cada año llegan a la institución eclesiástica a través de las designaciones de los contribuyentes.

“Queremos descubrir a la población en general qué hay detrás del gesto de cubrir la X en favor de la  Iglesia Católica o fines sociales, la grandeza y belleza de este pequeño gesto”, afirmó Fernando García, quien añadió que hacer eso “no cuesta nada a los ciudadanos ya que no se paga más impuestos por poner una o dos casillas, ni nos devuelven menos tampoco, lo único que constituye es un ejercicio de democracia fiscal en el que podemos elegir el destino de lo que pagamos, es el único aspecto en el que los ciudadanos pueden decidir a quién destinar lo que ya están pagando”. 

El máximo responsable de la Diócesis recordó que “hay que ser consciente de que las cosas cuestan dinero, el hecho de tener la Iglesia y los servicios sociales abiertos, por el mero hecho de estar disponibles para las personas que los solicitan periódicamente o de forma puntual conlleva un coste”. 

García Cadiñanos también precisó que la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol atiende a unas 275.000 personas y sostiene 422 parroquias, “con sus inmuebles y las numerosas obras que se llevan adelante en todas ellas”. 

El obispo también consideró oportuno que se conozca a dónde va el dinero y cómo se financia la Iglesia. Habló de cuatro líneas de financiación básicas como son el voluntariado y su trabajo desinteresado, aportaciones directas de los fieles, los mecanismos de la iglesia para sostenerse a través de la gestión de sus propios recursos y, la principal vía de financiación, “esa crucecita que se puede marcar en la declaración de la Renta y que animamos a la gente a tener presente”.

La Diócesis percibió en el año 2022 a través de la asignación tributaria 2.118.000 euros, lo que supone el 60 o 70% del presupuesto anual, así que gran parte de sus fondos dependen de que los contribuyentes tengan en cuenta sus iniciativas cuando hagan la declaración de este año. El obispo también recordó que las necesidades en la Iglesia “cada vez son mayores”. De ahí que insistiera en que anotar la X en la Renta “es muy importante en tanto que la gente puede identificarse con la obra que realiza la Iglesia, apoyar el trabajo que se realiza desde la institución y les permite valorar también la transparencia en la Iglesia a través de la gestión de sus recursos. 

En datos, el año pasado en toda España más de siete millones de declaraciones contemplaron la asignación a favor de la Iglesia Católica, algo más que el año anterior, lo que supone un 30% de todas las declaraciones. En el caso concreto de Galicia el número de rentas fue de 340.931, un 23,96%, “un desfase de siete puntos con respecto a la media nacional y casi la mitad de otras comunidades que se sitúan en el 40%”, precisó García Cadiñanos.

En el caso concreto de la provincia de A Coruña, fueron 145.000 declaraciones que anotaron la X, lo que supone el 23,95%del total, un punto más que el año anterior, como explicó el obispo.
Fernando García animó así a aquellos que no tienen en consideración el hecho de poder decidir qué se hace con parte de su dinero que lo tuvieran en cuenta en sus declaraciones, una vez que arrancó en la jornada de ayer la campaña. 

Gran labor de Cáritas

En Cáritas Diocesana de Mondoñedo Ferrol las partidas procedentes de la Renta (fines sociales), les llegan por medio de una subvención que gestiona la Xunta de Galicia en la que participan en régimen de concurrencia competitiva con otras entidades sociales. Gracias a estas ayudas en 2023 el 15,7 % de los recursos que se invirtieron procedían de esta vía. Un dinero que, como precisó Marta Pazo, se emplea en su mayoría para casos de emergencia social; en labores preventivas en favor de familias, niños y adolescentes; en acciones de inserción sociolaboral y atención a colectivos de exclusión severa y personas inmigrantes; así como en labores de acompañamiento a personas mayores que viven en soledad no deseada. Solo en la unidad pastoral del Ensanche en 2023 se han recibido a 300 familias, el 55 % de las cuales eran emigrantes.