La excelencia reina en la calidad del agua de las playas más allá de etiquetas

La excelencia reina en la calidad del agua de las playas más allá de etiquetas
Doniños es uno de los muchos arenales ferrolanos que tiene calificación excelente en sus aguas | aec-emilio cortizas

La Bandera Azul que otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Cosumidor –Aedac– a aquellos arenales seleccionados en base a una serie de criterios de sostenibilidad, accesibilidad y servicios que ofrece recayó este año en las playas ferrolanas de  A Fragata- O Pareixal, en Covas; Doniños, Esmelle, San Xurxo y una playa de interior, la de la ría ferrolana, la de Caranza, la gran novedad de la temporada.


Además de los servicios que ofrecen y que las han hecho merecedoras del galardón, la calidad de sus aguas es otro de los criterios que se tiene en cuenta y que califica anualmente la Dirección Xeral de Sanidade Pública.


En el caso de todas estas playas la nota recibida ha sido “excelente”. Un sobresaliente que se hace extensivo a otros arenales del municipio que aunque no tengan el distintivo de Adeac cuentan con una calidad irrefutable. Este es el caso de O Vilar, en Covas; Ponzos, Santa Comba pero también las playas de menor tamaño de San Felipe o Cariño. Solo la de A Graña se ha quedado para esta temporada con una clasificación sanitaria de “buena”.


Esta excelencia en la calidad de aguas se hace extensiva a la comarca y playas que en su día tuvieron bandera, como las pertenecientes a los concellos de Valdoviño u Ortigueira y que han dejado de solicitarla por cuestiones relacionadas con los servicios que pueden prestar, siguen, sin embargo, destacando por unas aguas envidiables.


En Valdoviño, con un total de siete playas en las que se llevaron a cabo muestreos por parte de la Xunta para clasificar sanitariamente las zonas de baño, todos los arenales han conseguido el excelente. Se trata de A Frouxeira, Baleo, Campelo, Meirás, Os Botes, Pantín y Vilarrube.


El mismo éxito en cuanto a calidad tienen las zonas de baño de Cariño –Basteira, Figueiras, Fornos y Peiral; Ortigueira –A Concha, Bimbieiro,  Morouzos y Santo Antonio–; Cedeira –Area Longa y Magdalena– y de Mañón –Bares, Esteiro y Vilela–.


Aunque la belleza salvaje de las playas de la costa es uno de los atractivos para los amantes de la naturaleza, son muchas más también las playas de ría que tienen encanto y, además, calidad.


Ese excelente se repite en tres playas de Ares –la que lleva el mismo nombre de Ares, Chanteiro y O Raso-Seselle–,  y la playa del concello de Mugardos –Bestarruza–.


Ya en el municipio de Neda la excelencia también es un reclamo para quienes acuden a la zona de a Ponte da Cobeluda para bañarse en el río Castro.


También el municipio de As Pontes cuenta con dos calificaciones “excelentes” en las zonas consideras de baño en este ayuntamiento, una de ellas, además, también galardonada con la Bandera Azul en la edición de este año. Se trata del Encoro da Ribeira y de la galardonada playa de O Lago, también con la máxima calificación.


Otros municipios tienen algún elemento discordante en ese “10” de lo más alto de la calidad. Es el caso de Cabanas, pero aún así, la excelencia es alcanzada en la playa de A Magdalena. Solo Chamoso se queda con una “buena” calidad, que no la desmerece en absoluto


También en Fene tiene la más alta calificación Coído, Maniños y la playa de Río Sandeu. Tan solo Almieiras se queda con una “buena” calidad por debajo de la excelencia.

 

 

Excepción


Caso aparte merecen los arenales del concello de Pontedeume, que, pese a ser una zona tan visitada por los vecinos y turistas, tiene, sin embargo, la única playa, junto con una de Melide, de toda la provincia, que no recibe el aprobado de aquellas que forman parte de las zonas de baño analizadas anualmente.


Se trata de Sopazos, que recibe la calificación de “insuficiente” frente a la excelencia que sí tienen sus vecinas eumesas de Insua y Perbes. 

 

Zonas fuera  del listado

Las playas o zonas de baño que ahora son calificadas lo están en función de los cientos de muestreos que el Servizo Galego de Saúde realiza cada año para conocer el estado del agua y poder clasificar las playas. Para este 2023, Galicia volverá a ser una de las comunidades con mejor agua de baño. Pero todavía quedan algunas playas que no logran buenos resultados. 

 

De ese modo, cuando una playa cumple cinco años consecutivos logrando una calidad insuficiente del agua, se acaba por determinar la prohibición de baño y se elimina del censo oficial. Esto sucede en 15 arenales gallegos, la gran mayoría en la provincia de A Coruña y nada menos que cuatro de ellas se encuentran en la comarca. Se trata de la playa de A Concha, en el concello de Cariño, que fue determinada como de prohibición permanente al baño en 2018. 

 

También en Fene se prohíbe bañarse en Barallobre desde 2016, el mismo año en que se determinó la baja calidad en dos playas de Pontedeume, las de Ber y Centroña, que no cumplen los requisitos de calidad, como este año sucede con Sopazos, que si bien en la anterior temporada tenía un discreto “bueno”, este verano ha bajado hasta el “insuficiente”. De no remontar en sus cuidados podría dejar de ser considerada como zona de baño. 

 

En el censo oficial tampoco figura A Cabana, en Ferrol, controlada en 2022 y con una evaluación sanitaria de “insuficiente”. 

 

Desde la Consellería de Sanidade se señala que es necesario estudiar las causas por las que algunas zonas obtienen mala evaluación y que los concellos adopten medidas para mejorar la calidad de las aguas.

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