A pocas horas de la llegada de los Reyes Magos a los hogares ferrolanos, los comercios de la ciudad naval vivieron este domingo una de las jornadas más intensas del año, debido, en parte, a aquellos rezagados que aprovecharon hasta el último momento para completar sus listas de regalos.
En barrios como el de A Magdalena, Canido o Ultramar, los escaparates iluminados y las decoraciones navideñas de las tiendas –que desaparecerán en pocas horas para dar paso a los carteles de Rebajas– recibieron un goteo constante de clientes, aunque las intensas lluvias de las últimas horas –y días– aguaron un poco –y nunca mejor dicho– la actividad comercial. “Este es uno de esos días que te exige estar al 100%. La gente viene con prisa, pero también con mucha ilusión. Es un ambiente especial, único de esta época del año”, comentaba ayer a primera hora de la tarde una dependienta de un establecimiento del centro.
Para el comercio local, la campaña navideña es uno de los momentos más relevantes del año, y la víspera de Reyes –con sus habituales colas en las cajas de las tiendas o para hacerse con el preciado roscón– suele ser el punto culminante. Las ventas de estas fechas representan un porcentaje significativo de la facturación anual.
“La campaña de Navidad fue buena, lo que pasa es que estos últimos días fueron muy malos por el tiempo. Lo notamos mucho”, explica Olegario Álvarez, presidente del Centro Comercial Aberto A Magdalena.
En este sentido, apunta a que las alertas por lluvias y viento emitidas en las últimas horas provocaron que muchos clientes adelantasen sus compras. “Hace unos días sí que se estuvo vendiendo bastante bien, pero el tiempo de los días 4 y 5 nos ha repercutido de manera negativa. Pese a todo, la impresión general ,según nos cuentan los asociados y asociadas, es que ha sido una buena campaña, similar a la de años anteriores”.
Álvarez apunta que la climatología de meses anteriores como el de noviembre también afectó a las compras. “Para el textil fue bastante malo porque hizo demasiado buen tiempo, se prolongó durante muchas jornadas. La gente no se animó demasiado a comprar ropa de invierno, pero lo que es la campaña propiamente dicha de Navidad, creo que fue bastante bien”.
Este pequeño bajón en las ventas debido a la climatología también se percibió en otros barrios de Ferrol. Es el caso del de Canido. Así lo corroboraba la tesorera de Hoscompro, Fina Gutiérrez. “El tiempo nos afectó muchísimo. El ambiente en las últimas horas estuvo flojito. Te pongo un ejemplo: en la Hogaza de Oro, en la zona en donde tengo yo la floristería, en Navidad había colas y en la jornada de hoy [por la de ayer domingo] nada”, apunta. Pese a todo, sostiene que el balance de la campaña navideña ha sido “bueno”. “Entre Nochebuena y Año Viejo fue cuando más se vendió porque el tiempo fue mejor”.
Mientras, en otro de los barrios ferrolanos vivieron los últimos coletazos de la Navidad con la sensación de estar “desbordados”. “Hasta el día de San Julián, que cierra todo el mundo, nosotros tenemos lleno. Todos estos días han sido fantásticos, muy buenos”, explica por su parte el presidente de Ultramar Village, Alfonso Gómez, que regenta un mesón. “Llevamos unos años en los que esta temporada es buenísima. Este 2024 coincidieron, además, muy buenas fechas para los festivos, por lo que fueron días de verdadera locura”, comenta, añadiendo que en las últimas horas las calles de la zona “estuvieron animadas, pese a que el tiempo no acompañaba”, con muchos de los comercios abiertos.
Todavía con la resaca de la campaña navideña, los establecimientos de Ferrol se preparan para el inicio de las rebajas de invierno, un periodo que se prolongará durante unos meses y que ayudará al sector a capear la cuesta de enero.
“El mercado está cada vez más competitivo y cada vez se tiende a descontar muchísimo más, con rebajas más grandes. El porcentaje dependerá de cada negocio. Pero tratamos de animar a los clientes al consumo en una época mala y de terminar con el stock de la temporada”, indica Olegario Álvarez.
Por su parte, Gutiérrez asegura que las rebajas no se vivirán del mismo modo en Canido “como por ejemplo en el centro o en las grandes áreas comerciales, pero seguro que habrá también algunos descuentos”.
Durante los próximos meses, estos saldos repercutirán no solamente en la economía de los comercios. “Si la gente está por la calle, la hostelería y otros sectores se acaban viendo beneficiados”, apunta Gómez.