El director general de Recinor, una de las dos patas –la otra es la ilicitana Greene– sobre las que se apoya el proyecto de Valogreene en el polígono de As Somozas, aseguró ayer durante la visita del delegado del Gobierno, Pedro Blanco, a la parcela en la que se levanta la planta que el objetivo es que pueda estar en funcionamiento a finales del año que viene. José Rilo destacó el interés de esta iniciativa que encaja, dijo, en la filosofía de la empresa de generar cero residuos. “Trabajamos para que en el plazo máximo de un año ya esté en marcha”, subrayó.
Valogreene ha recibido tres millones de euros a través de los fondos del Instituto para la Transición Justa, recordó el delegado del Ejecutivo central en Galicia, que puso en valor el efecto dinamizador de este organismo para proyectos “transformadores” como el que se pondrá en marcha en As Somozas.
Junto con la subdelegada del Gobierno en la provincia de A Coruña, María Rivas, el alcalde de As Somozas, Juan Alonso Tembrás; la agente del territorio en convenio de Transición Justa, Nuria Álvarez, y los representantes de las dos firmas que se han aliado para impulsar Valogreene, Pedro Blanco subrayó que el Goberno destina “oito millóns de euros en axudas para proxectos industriais innovadores nos territorios afectados polo peche das centrais térmicas de Meirama e As Pontes”, una cantidad a la que hay que sumar, dijo, los 12 millones que el Instituto para la Transición Justa del Ministerio para la Transición Ecolóxica y el Reto Demográfico, destina “á mellora das infraestruturas dos concellos afectados”.
“No caso das Somozas”, resaltó, “o Concello recibiu 971.824 euros para a rehabilitación das escolas municipais e a súa reconversión para vivenda social e equipamento sociocomunitario”.
Blanco incidió en que ese dinero está “chamado a transformar eses territorios e a mellorar a calidad de vida dos veciños e veciñas das Somozas e de Galicia; 20 millóns de euros en total que reafirman o compromiso do Goberno coa transformación do modelo produtivo por outro máis respectuoso co medio ambiente, coa creación de emprego e coa fixación de poboación nestas comarcas”.
Sobre el proyecto de reciclaje y economía circular que se pondrá en marcha en el polígono industrial somocense, el delegado del Gobierno recalcó el impacto positivo de este tipo de proyectos que encajan con los planteamientos de la Agenda 2030, la descarbonización y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, al permitir el tratamiento de 40.000 toneladas al año de residuos que hasta ahora no encontraban otra alternativa que la fracción resto, el vertedero o la incineración, con las consecuencias ambientales que generaba. Con el inicio de la actividad en la planta, se podrá obtener un bioaceite que dará lugar a nuevos materiales plásticos.
La planta se construye sobre una parcela de 18.000 metros cuadrados y será una realidad gracias a una inversión que supera los 33 millones. Se crearán 25 puestos de trabajo directos y alrededor de otros 40 indirectos.
Además, con su actividad una vez esté a pleno rendimiento, habrá una reducción de los gases de efecto invernadero de 8.000 toneladas con respecto a la deposición en vertedero y de 30.000 toneladas en comparación con los procesos de incineración.
José Rilo apuntó durante la visita que “llevábamos mucho tiempo buscando una solución a esa fracción de rechazo que va al vertedero” y, con ese objetivo que se enmarca en una economía circular, la solución que hallaron en colaboración con Greene responde a ese interés “porque nos permite seguir trabajando en lo que más nos gusta”. El director general de Recinor recordó que “nunca hemos tenido vertedero, siempre hemos entendido que reciclar es buscar alternativas a los residuos. Con Valogreene creo que conseguimos cerrar ese círculo” que, además, no ha valorado otra localización que no estuviese en Ferrolterra. “Siempre hemos querido que se desarrollase en Ferrolterra porque intentamos seguir empujando por nuestra comarca”, añadió.
Rilo: “Siempre hemos querido que estuviese en Ferrolterra”
Por su parte, el director comercial de la alicantina Greene, Jesús Martínez, explicó que la planta se dedicará a la producción de materias primas circulares, en este caso para la obtención de un aceite pirolítico que se utiliza para hacer plásticos y un biochar que tiene aplicaciones tanto en enmienda de suelos o como también, “si haces un carbón activo, en procesos de depuración de aguas y de olores”. “El objetivo”, añadieron, es “el residuo cero para material que actualmente no tiene salida y que va a ser un problema meterlo en vertedero. Les daremos una nueva aplicación para obtener otro tipo de materias primas”.