Santi Rey, presidente del Uni Ferrol, todavía no sale de su asombro por lo que ha conseguido el equipo. Para él, jugar la final es algo único que “seguramente muchos de nosotros no volveremos a ver”, por lo que quiere que A Malata sea una fiesta. De igual manera, el mandatario, aunque está contento con lo conseguido, aspira a ganar la Eurocup y a seguir creciendo como club.

¿Cómo están siendo los últimos días antes de la final?
Están siendo de locos porque es una cosa a la que no estamos acostumbrados. Ni a tener estas colas para las entradas, ni al montón de cosas que hay que arreglar por peticiones de la FIBA, ni a poner a punto A Malata para que se pueda jugar. La verdad es que la gente está respondiendo muy bien, tanto los aficionados como la gente del club para que todo salga bien y pueda ser una fiesta. Seguramente mucha gente no volveremos a ver una final, aunque ojalá que sí.

¿Está pudiendo dormir algo?
Poco. La verdad es que están siendo días muy intentos para todos, con mucho más trabajo de lo habitual. También lo llevamos con ilusión porque es una cosa que nunca hemos vivido y es un examen para nosotros. Ver la ilusión de la gente, lo que te comentan, eso siempre te da más gasolina para trabajar. Hay que tratar de que el próximo miércoles se viva una fiesta de verdad. Estamos trabajando con empresas para que se viva esa fiesta, que todos podamos disfrutar y que consigamos un gran resultado para ir a la vuelta a Francia en la que puedo adelantar que habrá más de 200 ferrolanos.

“Estamos trabajando para que el miércoles 26 A Malata sea una fiesta”

¿Habrá alguna sorpresa?
No creo que pueda haber demasiadas sorpresas, pero nunca se sabe. Seguramente, Javi (Masaguer, responsable de marketing) esté maquinando alguna y me la dirá a última hora como siempre, pero ahora mismo no sé nada (ríe).

¿Contaba con todo esto?
Todo esto era impensable. Ni el más optimista podía pensar esto cuando conseguimos la plaza en la Eurocup, ni cuando buscábamos los apoyos económicos. Si llegábamos a la fase de grupos ya nos dábamos por contentos y si la pasábamos era una alegría inmensa. La verdad es que hemos competido muy bien. Aquí, en A Malata, el público apoyó mucho y eso lo notan los rivales. Poco a poco, el equipo fue ganando mucha confianza en si mismo. Ahora mismo, creo que ganar en A Malata lo pueden hacer muy pocos.

¿Qué es lo que más le asombra: los logros del equipo o el creciente apoyo de la afición?
Para mí lo más importante es que el equipo está llevando a la ciudad a un nivel de ilusión importante. Hace unos meses nadie iba con camiseta por la calle. Ahora pides merchandising y vuela. El miércoles llegó un cargamento de camisetas de Eurocup y han volado hasta el punto de tener que hacer otro pedido. En un día se ha vendido todo. Hemos hecho una bufanda conmemorativa y ya tenemos 400 encargos. La gente está ilusionada. Ahora, en los bares se habla del Baxi. Hace unos meses sólo hablaban los mil y pico que venían a A Malata. Ahora estamos en boca de todos.

“Creo que si hubiese seis mil localidades, las llenaríamos seguro”

El pabellón se va a quedar pequeño para tanta gente.
Creo que si tuviésemos seis mil localidades las hubiésemos llenado. Lo más importante es la conexión del club con la ciudad. Recibimos llamadas de muchos otros sitios, ya sean aficionados o equipos, para venir a este partido. Desgraciadamente es imposible que venga más gente porque está todo lleno. Ojalá pudiésemos ampliar el pabellón con dos mil localidades más porque se llenaría seguro.

¿Sufrió mucho durante la vuelta de la semifinal?
Sufrir, como tal no, sólo un poco en el tercer cuarto porque las personales sólo se pitaban para un lado. Nos pitaron dos antideportivas que... Una podía ser, pero la otra estábamos nosotros delante y no fue. Llegaron al final con una sola falta y nosotras con tiros. Cuando le bajan la ceja a Claire (Melia), revisan la jugada y no pitan nada. Llegamos a estar diecinueve abajo y hubo un momento en el que pensábamos que o poníamos pausa o habría problemas. Pero pasó lo de siempre y es que llegamos muy bien físicamente al final. Las rivales, en el último cuarto, no pudieron presionar arriba y eso nos dio mayor facilidad para subir el balón. Después metimos un par de triples seguidos para ponernos a diez puntos y tuvimos claro que quedando seis minutos no nos iban a ganar de más de veinte.

El presidente del Asvel Lyon es Tony Parker. ¿Le dijo algo cuando acabó el partido?
Estuve hablando más con el vicepresidente. No compartí palco con él porque tengo claro que quiero estar con la afición cuando se desplaza. Después del partido tomamos algo en un sala que tenían y nos felicitaron. Estaban muy dolidos porque tenían un presupuesto muy grande. Nos dijo que su patrocinador principal aportaba dos millones de euros al equipo femenino y eso es más del doble de lo que tenemos nosotros de presupuesto.

“No tenemos presión porque hemos ganado más de lo esperado”

La gesta no pasó desapercibida para Pau Gasol. ¿Qué supone para el club que alguien de su calibre les siga?
Siempre es importante que gente del baloncesto y gente famosa esté un poco pendiente de lo nuestro. Eso indica todo lo que hemos crecido en popularidad. Somos el tercer equipo español de la historia que llega a la final de la Eurocup. Sólo ganó Valencia en 2021, mientras que Gran Canaria la perdió. Además, somos el primer club nacional que llega a la final en su primera participación europea. Es todo un hito y está teniendo mucha repercusión. Eso quiere decir que estamos haciendo algo bien.

Todo ese esfuerzo se tiene que notar.
Está claro que sin ese trabajo diario del equipo y la aportación de Lino a la hora de fichar, cuando el año pasado parecía que se iba a acabar el mundo cuando sólo se quedaron tres jugadores, pues hemos vuelto a replicar un equipo y ha ilusionado. La gente del club también está mejorando y ahora está más profesionalizado, que era una de las ideas que teníamos. Podemos ganar o perder la final porque esto es el deporte, pero lo que hemos ganado es la popularidad, ese reconocimiento y esa masa social. Somos 1.950 abonados que es lo importante. A principio de temporada nos marcábamos el reto de tener 1.600, así que imagínate lo que conseguimos. Esperemos que aumente ese número y así hacer un proyecto más sostenible.

¿Puede afectar esa presión mediática extra?
Pienso que no. Lo que ya hemos hecho es histórico. El favorito es el Villeneuve porque jugó Euroliga, quedó eliminado y bajó a la Eurocup. Somos un equipo que estamos en construcción y con mucha gente que no había jugado en esta categoría y menos en Europa. No tenemos ninguna presión. Hemos ganado mucho más de lo esperado. Hemos conseguido ese reconocimiento que para nosotros es tan importante como la copa. Ahora bien, ya que estamos en la final queremos ganar. Sé que las jugadoras lo van a dar todo.

"Creo que por lo conseguido, ya somos más conocidos y respetados, no sólo en España, sino en Europa"

Lo único negativo es la poca ayuda que da la FIBA a nivel económico.
El deporte femenino es el hermano pequeño. Es verdad que la Eurocup masculina cuando pasas fases te dan dinero, pero aquí no. Lo hemos tenido que generar de otra forma y nos ha costado más trabajo. El “boom” del equipo es muy importante para el futuro porque los patrocinadores ya se acercan a nosotros. Queremos seguir subiendo el presupuesto sin hacer locuras. Hay que contener el gasto a al altura de los ingresos. Además, por lo logrado creo que ya somos conocidos y respetados, no sólo en España, sino en Europa.

Por último, ¿cuál es el sueño de Santi Rey?
Mi sueño es ver como se llena A Malata todos los fines de semana. Que la gente disfrute, se lo pase bien y que tengan ganas de venir. También me gustaría ser un club referente y consolidarnos en la Liga Femenina porque hay que tener en cuenta que hace dos años estábamos en Challenge. Gracias a Dios, el año que viene, vamos a cumplir nuestra tercera temporada seguida en Liga Femenina. Si podemos seguir jugando Eurocup, lo haremos siempre y cuando el dinero lo permita.