El GOinterHUB, el congreso sobre eólica marina de referencia en el noroeste peninsular, comenzó ayer en el CIS Tecnoloxía e Deseño de A Cabana con la participación de más de 400 personas y la idea de reafirmar el liderazgo de Galicia, y particularmente de Ferrol, en un sector emergente pero en el que la comarca está bien posicionada.
“Cuando comenzamos nuestra apuesta por la eólica marina nadie creía en ella, pero después de más de diez años se ha demostrado el enorme potencial que tenemos en Galicia y en el norte de España”, aseguró Enrique Mallón, de GOE-Asime –organizador, junto con Navantia Seanergies, Windar Renovables y Xunta, del evento–.
Mallón puso el foco en el avance que se ha producido en las últimas semanas con la publicación del decreto que regula la instalación de parques eólicos en la costa española. “Es el momento de apostar por la implantación también en nuestras aguas”, dijo, “en convivencia con el resto de actividades y ponderando con mayor peso el componente local en la valoración de subastas futuras que se saquen a concurso, tal y como le hemos trasladado al Gobierno”.
La presentación de proyectos de alcance continental –dos de ellos con participación del Campus Industrial de Ferrol– y del impacto de los fondos europeos centró buena parte de la mañana. En ella estuvo presente la Xunta –hoy lo hará de nuevo con la participación, en la clausura, de la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana– a través del secretario xeral de Industria, Nicolás Vázquez.
“Nuestra cadena de valor tiene una enorme capacidad para la eólica marina”, aseguró antes de incidir en que “queremos respetar absolutamente a todos los sectores implicados, con compensaciones en las zonas en las que se implanten los parques, pero es el momento de poner en marcha proyectos”. Vázquez criticó que se haya “frenado” el parque experimental de Punta Langosteira, una “incongruencia”, señaló, “porque la zona estaba consensuada con la pesca y gozaba de una ayuda del propio Ministerio a través del IDAE”.
Elsa García, coordinadora de Formación del Cetmar, habló sobre el proyecto “Flores” –en el que participa el Campus Industrial de Ferrol– y su misión de “potenciar la cualificación de profesionales” en este ámbito.
El representante del Supercluster Atlantic Wind Luis San Segundo recalcó la importancia de la alianza de los clústeres de Galicia, Cantabria y Asturias y de que, además, haya sido apoyada “por los respectivos gobiernos autonómicos”.
Los retos del presente y del futuro más inmediato centraron las intervenciones de los portavoces de las asociaciones. Así, Lizet Ramírez (WindEurope) apuntó que España es “ya líder en manufactura de torres y estructuras eólicas”, una “fortaleza”, añadió, “para desarrollar un mercado doméstico que implante parques en su propio territorio”.
El presidente de la Asociación Eólica de Galicia (EGA), Manuel Pazo, se mostró crítico con el contexto actual. “De repente”, señaló, “tenemos toda la cuestión eólica judicializada en Galicia. La clave en esto es el concepto de interés público superior, que es lo que están haciendo países como Alemania, China o EEUU. Es una cuestión de seguridad y salud pública”, afirmó, “pues no hay futuro sin energías renovables”.
Enrique Mallón, secretario general de Asime, considera que Galicia tiene ante sí una etapa “ilusionante” y “de futuro”, pero advierte de que “es necesario hacer las cosas bien”.
¿Qué impacto en el empleo puede tener el desarrollo de la eólica marina en Galicia en los próximos años?
Actualmente contamos con 3.000 empleos directos en la eólica marina y desde Asime calculamos que se podrían crear 5.000 puestos de trabajo nuevos de aquí a 2035 siempre y cuando se haga una implantación de parques eólicos marinos en Galicia con una densidad razonable. Debemos seguir no solo fabricando y construyendo equipos y componentes para parques eólicos de fuera de España, sino también para los que se puedan implantar aquí.
¿Está el sector industrial local preparado para afrontar este escenario?
El sector industrial local está absolutamente preparado y capacitado para seguir creciendo, especialmente por el conocimiento y la experiencia desarrollada en los últimos años. Es cierto que si la industria crece de manera relevante vamos a tener dificultades para captar al personal cualificado que se precisa, pero desde luego podremos todo nuestros nuestro esfuerzo para conseguirlo. De hecho, en la actualidad, estamos desarrollando diversos planes formativos en colaboración con el gobierno gallego y el Gobierno de España para conseguir los trabajadores necesarios. A nivel técnico y tecnológico tenemos las capacidades necesarias, sobre todo después de haber realizado varias inversiones en instalaciones de fabricación, destacando especialmente las de Navantia-Windar en Fene.
¿En qué debe acelerar Galicia para poder responder a los retos industriales de la eólica marina?
Sobre todo debemos seguir invirtiendo en maquinaria en equipos y digitalizando parte de los procesos productivos. Al mismo tiempo es fundamental intensificar los programas formativos especializados en el área de eólica marina, en línea, con los proyectos europeos, que estamos desarrollando en colaboración con el Centro Tecnolóxico do Mar –Cetmar– y con las universidades gallegas, entre otros socios. Asimismo, debemos trabajar conjuntamente entre todos los agentes de la cadena de valor industrial gallega para que la rentabilidad de los proyectos sea interesante para todas las empresas participantes. Esa será la mejor garantía de contar con estructura para cometer proyectos en el futuro.